Desde que Castro tomó las riendas de un tan vapuleado Chubut por los delincuentes no hizo más que presionar el acelerador de un avión en picada. Pasó de todo, en más de una ocasión fuimos los chubutenses noticia nacional por delitos de inseguridad inusitados.
Trelew, la ciudad más azotada por el delito sigue siendo desprotegida por Castro, no sabemos si algún trauma que sufrió de chiquito le generó algún resentimiento en contra de los trelewenses, pero pareciera que ya fuera algo personal con la ciudad valletana.
Los taxistas tienen muchas ganas de encontrarse con Miguel Castro por la calle una vez que este sea un simple mortal. Son testigos diarios del despoblamiento de policías en la ciudad. Las calles están vacías por las noches de efectivos, que de suscitarse algún delito contra un ciudadano que anda en esas horas a este no le va a quedar otra que recurrir a sus creencias religiosas para intentar salvarse.
El viernes en horas de la madrugada, ocurrió un violento hecho en el que unos delincuentes golpearon con un martillo en la cabeza a un taxista para robarle dinero. El conductor quedó inconsciente y terminó chocando con la palma de luz. Los malvivientes se hicieron de 9 mil pesos y se dieron la fuga, aprovechando la indefensión de su víctima. El conductor tiene el cráneo hundido y se encuentra aún con pronóstico reservado en el hospital zonal. La pareja de delincuentes, compuesta por un hombre y una mujer, obviamente se salieron con la suya, hasta el momento nada se sabe de sus paraderos. En la zona del hecho no había un solo policía y las cámaras nuevamente volvieron a demostrar su gran eficiencia sirviendo como adornos colgantes.
Los compañeros de la víctima hicieron una movilización el fin de semana por la tarde frente a la comisaría primera, para protestar por la inseguridad en la ciudad y por el peligro al que se tienen que exponer por culpa de la ineptitud del ministro de Seguridad Castro y demás secuaces incompetentes de la Policía.
De nada sirvió esa protesta, porque el domingo en zona de chacras al sudeste de la ciudad, otro taxista fue blanco de los maleantes, esta vez quien perpetró el hecho fue una mujer que llevó al conductor a estos sectores rurales y a punta de cuchillo le sustrajo la billetera, la que contenía plata y documentación. De nuevo, impunidad total, el taxista no tenía posibilidades de acudir a ninguna fuerza de seguridad y en este momento seguramente se encuentra haciendo los trámites para renovar la documentación que perdió, porque ya no tiene esperanzas de recuperar su billetera y ni hablemos de encontrar a la delincuente.
Por la madrugada del martes, delincuentes entraron haciendo todo el ruido posible a la escuela N° 720 en barrio Mil Viviendas de la ciudad valletana, y si no se llevaron los picaportes fue por compasión. Se robaron 25 computadoras Notebooks, un equipo de música, dos impresoras y una pava eléctrica. A juzgar por el acervo de elementos sustraídos se cae de maduro que utilizaron un gran rodado de gran para transportarlos.
El lugar del hecho queda a un par de cuadras de la comisaría tercera y lo peor es que según fuentes policiales los delincuentes son del mismo barrio. O sea que los policías no solo le saquearon una escuela en las narices sino que además sabrían quiénes son y dónde viven. Falta que los chorros instalen una feria callejera enfrente de la dependencia policial para vender los elementos robados. El ingreso fue violento, rompieron dos puertas y ahí fue cuando comenzó el pillaje. Se dejaron olvidadas unas pinzas que utilizaron para dañar los accesos.
El hecho es casi idéntico a un robo perpetrado en junio de este año, en la escuela N° 744, barrio Norte de Trelew. Este fue un verdadero operativo comando, previamente se encargaron de vandalizar transformadores para provocar un corte de luz en la zona, algo que fue denunciado por la Cooperativa Eléctrica, pero la Policía restó importancia a lo que estaba sucediendo en ese momento, por lo tanto los delincuentes operaron con total tranquilidad. En este hecho, los delincuentes se robaron 20 computadoras, 2 parlantes y 2 televisores.
El lunes por la mañana, en zona oeste de la ciudad, un hombre salió de su vivienda a buscar su auto y descubrió que ya no estaba. Un delincuente a plena luz del día se encargo de forzar una de las puertas del vehículo aprovechándose que la cerradura se encontraba fallada y no cerraba bien, y se lo llevó. Ahora, usted se preguntará ¿Cómo pudo habérselo llevado si no tenía la llaves para encenderlo? Aquí es donde nos encontramos con la hipótesis más impactante, y es que como el vehículo tiene un sistema de arranque moderno, deviene en imposible encenderlo mediante el tradicional método del “puenteo” (unir cables debajo del tablero), por lo que la única alternativa viable sería que el ladrón se habría robado el vehículo “al tiro”, es decir, auxiliado por un cómplice, habría atado la nariz del rodado a otro con una soga y se habrían paseado en plena luz del día por toda la zona oeste y semi-céntrica de la ciudad con el vehículo robado. De nuevo: ningún policía vio nada, ninguna cámara captó nada y hasta el momento no se sabe nada.