En el marco de un paro de 24 horas, la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh) convocó ayer en rutas 3 y 26, el mismo lugar donde hace cuatro años fueron desalojados por llevar adelante una protesta y reclamo salarial.
El secretario General de ATECh, Daniel Murphy manifestó que “para nosotros es una cita obligada, a cuatro años del desalojo violento que sufrimos en este lugar por estar protestando y reclamando por nuestros sueldos, igual que seguimos haciéndolo hoy”, y agregó: “nos sacaron de la ruta, pero no nos sacaron de la lucha”.
Continuando en diálogo con Crónica, dijo: “hay que recordar que una patota organizada llevó adelante esta verdadera represión parapolicial con una zona liberada garantizada por el entonces ministro de Seguridad, Federico Massoni y con la anuencia del gobernador Mariano Arcioni, quien sigue siendo gobernador hasta el 10 de diciembre” próximo.
Recordando los acontecimientos que se vivieron aquella noche del 4 de septiembre de 2019, Murphy criticó “lo mal que trabajó el fiscal Cabral, que no quiso avanzar en la investigación como correspondía”, sin embargo consideró que “quedó clara la responsabilidad” del titular del sindicato petrolero. “Que hoy sea un candidato a diputado nacional, que vaya a representar a los chubutenses, no nos parece un buen signo de ninguna manera. No es correcto que haya premio para quienes llevan adelante acciones de violencia para otros trabajadores”, y agregó: “nosotros recordamos muy bien a muchas de las personas que fueron parte de la patota y evidentemente no querían estar acá y fueron forzadas a estar”.
Sin embargo, reconoció que a la vez aquel hecho desencadenó la solidaridad de todo un pueblo. “Particularmente en Comodoro hubo una movilización, probablemente la más grande historia, en repudio a este hecho. Por eso traer a la memoria, esa unidad de la población contra un hecho repudiable me parece también muy importante”.
Abandono de la docencia
Por otra parte, los trabajadores de la educación sostuvieron y ratificaron el reclamo salarial, a la espera de la próxima paritaria que será el 14 de septiembre. “Hoy estamos en los sueldos más bajos del país, lo vemos en concreto con cargos que no se cubren”, dijo Murphy.
“Hay gente que está abandonando la docencia porque no le alcanza para vivir y consigue otra cosa que no es lo que eligió y no es su profesión, pero tiene que hacerlo porque su familia lo necesita”.
En este sentido, en el último congreso extraordinario el gremio actualizó el reclamo que venían llevando desde marzo y pasó de 200 a 300 mil pesos el pedido del salario mínimo.
“Lógicamente la inflación y la situación lo requiere. Yo vengo de recorrer varias localidades de la comarca, incluso de la meseta y te dicen que se están yendo a Río Negro las compañeras y los compañeros, porque el sueldo es muy superior y eso que Río Negro no es el sueldo más alto del país. Evidentemente este sueldo no es solamente miserable, sino que además no permite garantizar la educación pública”, concluyó.