En la segunda edición del debate, que se desarrolló en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), los cruces se concentraron entre los tres candidatos que quedaron mejor ubicados en las PASO: Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Sergio Massa (Unión por la Patria). Los intercambios más fuertes se produjeron en los primeros dos ejes, seguridad y trabajo. Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) intercalaron sus cuestionamientos, principalmente con Massa, en el primer caso, y Milei y Bullrich, en el segundo. La polémica volvió fuerte en el final, con las preguntas cruzadas entre todos.
El debate estuvo más caliente y con más cruces que el de hace una semana y se notó que hubo reajustes en las estrategias, en particular de Bullrich, mucho más protagónica y combativa que en Santiago del Estero, y Schiaretti, quien dejó su tono localista para mostrarse más enérgico. Massa fue el más criticado, y esta vez fue apuntado varias veces por la economía, por el affaire Insaurralde y por la gestión del gobierno. Milei mantuvo el tono moderado de hace siete días, pero se lo notó más incómodo fuera del eje económico. Y Bregman supo hacer escuchar su agenda y no resignar su rol en el debate.
El primero en hablar, por sorteo, fue Milei. Tanto él como Bullrich, Schiaretti y Massa condenaron el ataque terrorista perpetrado por Hamas contra el Estado de Israel. Bregman se diferenció y dijo lamentar las “víctimas civiles” de un conflicto “que tiene como base las políticas del Estado de Israel de apartheid con el pueblo palestino”.
El primer eje tratado fue el de seguridad. Bullrich comenzó y defendió a las fuerzas policiales. “Entre nosotros, las cosas están muy claras, ellos liberan presos. La gente tiene miedo porque a los presos los largan como si no pasara nada. Defendemos a los ciudadanos, no como el kirchnerismo. Milei quiere liberar las armas, que caen en manos de los narcotraficantes. Yo voy a entrar a Rosario”, afirmó Bullrich en su primera intervención y destacó que la acompañaba el policía Luis Chocobar.
A Bullrich la replicaron los cuatro candidatos restantes. “Usted y todos los que promueven la mano dura fracasaron. Aumentaron 97% la población carcelaria”, dijo Bregman. “Los últimos gobiernos dejaron solas a las provincias en la lucha contra el narcotráfico”, señaló Schiaretti. Milei dijo que Bullrich tergiversaba sus dichos y afirmó: “Lo que decimos es que hay una ley de armas y hay que discutirla, no puede ser que estén armados los delincuentes y los civiles no”. Massa indicó que “los datos desmienten” a Bullrich en cuanto a las cantidades de presos liberados.
Cuando se retomaron las exposiciones sobre seguridad, Schiaretti propuso “acabar con la puerta giratoria en los juzgados”. Massa apeló a su gestión como intendente de Tigre, al subrayar que bajó “90% el robo automotor” e instaló “cámaras, móviles, sistemas de rastreo y botón antipánico”. El ministro de Economía adelantó que propondrá crear “un FBI argentino”.
Bullrich apuntó en una réplica contra el candidato oficialista, que fue su blanco principal junto a Milei. Le pidió que no hable de Tigre, y le espetó: ¿Tus números quién te los dio, [Martín] Insaurralde, que dice que vale 500 pesos el yate que se compró? Vos defendiste al [fiscal Claudio] Scapolan, no hablés de inseguridad porque no tenés autoridad moral para hacerlo”.
Milei dijo que la situación actual de la seguridad es un “desastre culpa de haber abrazado las ideas del doctor [Eugenio] Zaffaroni”. Le replicó Bullrich, que le enrostró la propuesta de la libre portación de armas. Milei le respondió que “vive aferrada a su equipo de campaña”.
Al pasar al bloque de trabajo y producción, Schiaretti comenzó con un discurso a favor de la “estabilidad macroeconómica y seguridad jurídica”. Massa apostó a sus medidas recientes, como la devolución del IVA y la eliminación de Ganancias a la cuarta categoría. Bregman le retrucó a Massa que “ya firmó con el FMI” para definir “después de las elecciones más tarifazos y aumentos de combustibles”. Milei le dijo a Massa que “si se olvida del capital, la productividad va a ser muy baja”.
Schiaretti elevó la tensión y Bullrich redobló esa apuesta contra Massa. “Sergio Massa hablando de producción y empleo es un fetiche”, dijo el gobernador de Córdoba. “Massa, no puedo creer lo que decís. Un dólar a mil mangos, entrás a un almacén y de entrada te gastaste 5000 pesos. En la Aduana tenes un ‘Tongolini’ [por el secretario de Comercio, Matías Tombolini]”. Massa les contestó que parecían “paracaidistas suecos”. Y se cruzó con Schiaretti por las retenciones a las economías regionales. El cordobés agotó sus cinco derechos a réplica en ese momento.
Milei y Massa agotaron también sus derechos a réplica en el bloque de trabajo y producción. Fue cuando el libertario se cruzó con Bregman por la economía y Massa salió en defensa de la candidata izquierdista. “Milei, hasta acá llegaste. Dejá de faltarles el respeto a las mujeres”, cuestionó Massa.
Ya con Massa y Milei sin posibilidades de réplica, Bullrich aprovechó y cerró diciéndole al oficialista que mentía “cuando dice que no sacamos las retenciones” y con un dardo para el postulante de La Libertad Avanza: “Vos, Milei, con [Luis] Barrionuevo al lado no vas a hacer nada, ya te metiste la casta adentro”.
El bloque de desarrollo humano tuvo menos estridencias, por la falta de réplicas posibles para la mayoría de los candidatos. Solo Bregman y Bullrich tenían esos contraataques disponibles. Massa prometió créditos hipotecarios; Bregman, “impuestos progresivos a la vivienda ociosa”. Bullrich fue de nuevo sobre el ministro: “Van dos millones más de pobres en tu año de ministro. Nadie puede alquilar. Hablas de un país que no existe”.