La tan ansiada lluvia hizo acto de presencia en el Parque Nacional Los Alerces y brindó algo de alivio a los brigadistas que luchan contra el incendio forestal. Aunque no es suficiente para extinguir las llamas, la humedad y el descenso de temperatura acompañan las labores de emergencia.
En medio del angustiante escenario que vive la cordillera de nuestra provincia por el devastador incendio que afecta al Parque Nacional Los Alerces y a tierras provinciales, una esperanza se materializó en forma de lluvia. La precipitación, aunque no abundante, ha traído un respiro tan necesario para los equipos de emergencia.
A pesar de no ser suficiente para apagar por completo el fuego, cada gota de lluvia es recibida con celebración. La humedad resultante y el descenso en la temperatura son aliados importantes en la lucha contra las llamas, que han devastado casi 7 mil hectáreas de bosque nativo, arbustos, matorrales y pastizales, según el último informe técnico de la Secretaría de Bosques del Chubut y el Parque Nacional Los Alerces.
El operativo de combate al incendio cuenta con la colaboración de diversas instituciones y organismos, entre ellos el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, Prefectura Naval, Ejército Argentino, Gendarmería Nacional, Administración de Vialidad Provincial y Vialidad Nacional. Además, se han desplegado recursos como camionetas, autobombas, cisternas, motoniveladoras, topadoras, drones y medios aéreos para contener las llamas.
Aunque el desafío sigue siendo monumental, la llegada de la lluvia ofrece una esperanza renovada para que la situación pueda controlarse en las próximas horas. Los vecinos de Esquel, siguen atentos a los informes meteorológicos y apoya el esfuerzo conjunto de todos los involucrados en esta batalla contra el fuego.