Este lunes, se conoció un dato clave en el marco de la investigación por la desaparición de Loan. Según se conoció, una pericia realizada al vehículo de María Victoria Caillava y Carlos Peréz, dio positivo en la prueba de luminol, sobre la rueda delantera derecha de la camioneta.
Además los especialistas forenses se encuentran investigando el hallazgo de una misteriosa sustancia de color rojo en la rueda. Por otra parte, en el informe preliminar observaron el paragolpe hundido.En este contexto, buscan determinar si se trata de sangre humana o animal.
Por su parte, Cristina Pozzer Penzo, jueza federal a cargo del caso, solicitó medidas adicionales para complementar el informe preliminar de las pericias. Entre estas medidas se incluye la comparación de la sangre encontrada en la camioneta con la del niño de cinco años.
Cabe recordar que la pareja forma parte de los 6 detenidos en la desaparición del niño el pasado 13 de junio en Corrientes. Además, la declaración de Laudelina Peña, tía de Loan había dado un giro en la causa. La mujer había denunciado el pasado 29 de junio que Pérez y Caillava habían atropellado al niño.
La declaración de Laudelina
La mujer declaró que María Victoria Caillava y Carlos Pérez atropellaron al pequeño y que finalmente enterraron su cuerpo en el monte, información que hasta el momento no se conocía al figurar como primera hipótesis el secuestro para formar parte de una red de trata de personas.
Laudelina declaró frente al fiscal provincial Gustavo Robineau y añadió a su vez que la ex funcionaria municipal la amenazó para que no dijera nada. «Caillava vino y me amenazó», dijo, muy convencida.
La mujer afirmó haber sentido un golpe a una distancia de entre 100 y 200 metros, ocasionado por la Ford Ranger blanca que era conducida por Pérez, con Caillava como acompañante, ya finalizado el almuerzo.
Además, reveló que se volteó al escuchar el grito y el golpe, observando a Caillava descendiendo de la camioneta y añadió: “yo vi cómo alzaba a Loan desvanecido”.
Asimismo, brindó mayores detalles del momento en que la ex funcionaria le metió presión para que no dijera nada. «Horas después, Caillava me llamó por teléfono y me amenazó. Me dijo ‘esperame que voy’. Vino y me dio una zapatilla. Me pidió que plantara la zapatilla en algún lugar. Fui yo la que la tiró, porque me amenazó», cerró la mujer.