Dentro de la magullada economía argentina hay un sector que parece estar floreciendo en medio de la crisis.
Además, dentro de ese floreciente sector hay un activo en concreto que promete más que el resto: el gran yacimiento de Vaca Muerta. Esta acumulación de petróleo no convencional está bombeando unos 386.000 barriles de crudo al día, llevando a Argentina a alcanzar niveles de producción de crudo no vistos en más de 20 años. En un intento por exprimir aún más este yacimiento, YPF y Pampa Energy están poniéndose manos a la obra para aprovechar los recursos mejor y buscar otros nuevos dentro de la misma formación. Desde Rystad Energy creen que, si todo sale bien, Vaca Muerta vivirá una segunda revolución y competirá cara a cara con dos históricos yacimientos de shale de EEUU, con la cuna del fracking en América.
El impulsor del auge petrolero que está disfrutando Argentina es la formación de shale Vaca Muerta, situada en la cuenca Neuquén, que se encuentra en la Patagonia. Los geólogos calculan que este yacimiento podría presentar unas reservas de crudo a los 16.000 millones de barriles de petróleo de esquisto (shale oil), lo que lo convierte en la mayor reserva de crudo no convencional de América Latina y en una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales de todo el mundo. Con frecuencia se compara a Vaca Muerta con el prolífico yacimiento de esquisto Eagle Ford en Texas, un campo que bombea alrededor de 1,2 millones de barriles de petróleo. La Administración de Información de la Energía de Estados Unidos (EIA) confirmó en 2019 que Vaca Muerta y Eagle Ford comparten profundidades, espesores, presiones y composiciones minerales similares.
Todo ello ha llevado a que la inversión de la industria se concentra en este ‘pedazo de tierra’. Desde el Gobierno de Argentina explicaban en una nota publicada en septiembre que la producción de hidrocarburos no convencionales en la Argentina continúa desplegando un crecimiento sostenido. En el mes de junio tanto el petróleo como el gas de la formación Vaca Muerta alcanzaron volúmenes destacados en comparación interanual con el mismo período de 2023. En el caso del petróleo, para junio de 2024 se obtuvieron 386.000 de barriles diarios en julio (se cree que en agosto siguió creciendo), lo que representa un incremento del 28,2% respecto al mismo mes del año anterior.
Este aumento se ve reflejado en fuerte aumento de la producción en Argentina. «El suministro de Argentina aumentó en 10.000 barriles en agosto, hasta los 820.000 barriles diarios, impulsado por los incrementos de producción en Vaca Muerta, el gran yacimiento de esquisto en la Cuenca Neuquina», señalan los expertos de la Agencia Internacional de la Energía en un informe publicado en septiembre.
La segunda revolución
La petrolera YPF, controlada por el Estado argentino ha recibido la autorización para hacer una nueva campaña de exploración en un área al norte de la enorme formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta y bajo jurisdicción de la provincia argentina de Mendoza (oeste), según han revelado fuentes oficiales. Según informó el Gobierno de Mendoza en un comunicado, el Ejecutivo provincial concedió el permiso para que YPF inicie el segundo período exploratorio en el área CN VII A.
Después de dar a conocer resultados positivos de sus exploraciones en Paso Bardas Norte y CN-VII, en las que invirtió 17 millones de dólares, la petrolera solicitó a Mendoza autorización para pasar a un segundo período exploratorio sobre el área de reserva de CN-VII A. La mayor productora de hidrocarburos de Argentina planea perforar en esa área dos pozos horizontales a mayor profundidad. Vaca Muerta es la segunda mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo. Con 30.000 kilómetros cuadrados, la formación tiene su epicentro en la provincia de Neuquén (suroeste), pero se extiende a otras provincias, como Mendoza.
«Mendoza tiene en su subsuelo el 30 % de la formación Vaca Muerta. Debemos avanzar en la exploración de esos recursos para poder certificarlos, ya que constituyen un gran potencial para la producción de los hidrocarburos mendocinos», resaltaba hace unos días la ministra de Energía y Minería provincial, Jimena Latorre. «El avance de YPF comprometiendo más inversiones es una excelente señal en ese sendero, que también anima a otras empresas a explorar nuestros recursos», añadió la ministra. El nuevo período exploratorio, que se desarrollará a lo largo de cuatro años, será crucial para evaluar con mayor precisión las características del subsuelo y determinar el potencial de producción de hidrocarburos no convencionales en la región.
No solo YPF, también la empresa Pampa Energía anunció el viernes pasado una emisión de deuda por 410 millones de dólares en un movimiento clave para expandir sus operaciones en Vaca Muerta. Pampa es el tercer mayor productor de gas en la cuenca neuquina. Desde Reuters señalan que Argentina espera que esta mayor inversión en Vaca Muerta pueda aumentar la producción nacional, impulsando las exportaciones y ayudando a mantener el superávit energético logrado el último mes.
Más de un millón de barriles
Con todo, según los cálculos de Rystad Energy, la producción de petróleo crudo de la floreciente Vaca Muerta podría aumentar en los próximos años y superar el millón de barriles por día (bpd) para finales de la década, pero solo si la capacidad de extracción y la disponibilidad de plataformas no limitan el crecimiento. El modelo de Rystad Energy muestra que, si la producción no se ve relativamente obstaculizada, la producción de petróleo podría crecer de manera realista hasta alcanzar más de un millón de barriles por día en la segunda mitad de 2030.
«El crecimiento previsto podría elevar el perfil de Vaca Muerta y posicionarla como una fuente líder de producción de esquisto, junto con los campos de Bakken o Eagle Ford, dos de las cuencas de esquisto de clase mundial de Estados Unidos. También ayudaría a la región de Neuquén a convertirse en un exportador neto de petróleo, lo que podría contribuir con 20.000 millones en ingresos totales para 2030», según calculan desde Rystad Energy. Para alcanzar estos objetivos, las autoridades y el Gobierno de Milei están allanando el terreno para que se produzca una segunda revolución en este yacimiento rico en crudo y gas.
El proyecto de ley ómnibus recientemente aprobado e impulsado por el Gobierno de Javier Milei ha establecido, precisamente, cambios significativos en el sector del petróleo y el gas. Su objetivo es eliminar la intervención del gobierno en el mercado, permitiendo a las compañías de petróleo y gas vender libremente sus productos (sin límites de precios ni obstáculos) tanto en el país como en el extranjero, lo que está incentivando la producción para la exportación de hidrocarburos. Con esta reforma se han eliminado algunos controles de precios que distorsionaban la inversión y el crecimiento de la actividad en el sector. Aunque en un principio estas medidas supongan un incremento del precio de algunos combustibles, en el largo plazo permitirán que la oferta aumente, equilibrando el mercado de forma ‘natural’.
El proyecto de ley también introduce un régimen de promoción para mejorar las condiciones fiscales y cambiarias, y garantizar la estabilidad de las inversiones superiores a los 200 millones de dólares. Se espera que esto proporcione al sector privado previsibilidad con respecto a las operaciones y las ganancias, y también genere más oportunidades comerciales, señalan estos expertos.
Entre las medidas también se incluyen la liberalización del precio de los combustibles y la reducción de los subsidios a la energía, que han contribuido a la inflación y han afectado directamente al poder adquisitivo de las personas, al tiempo que mejoran los márgenes de ganancia del sector privado. La postura ideológica de Milei no tiene precedentes en la historia política de Argentina, e inicialmente generó desafíos en la implementación de su agenda.
Si la estabilidad jurídica se mantiene y la cotización del petróleo no cae por los suelos (lo que reduciría la rentabilidad de la inversión), los planes para Vaca Muerta podrían conducir a este yacimiento de crudo argentino a competir directamente con algunas de las cunas del fracking en EEUU. Además, los ingresos que generaría en este escenario podrían ser clave para impulsar la economía del país.