El gobernador de Chubut ratifica el apoyo al Presidente, pero se queja por el maltrato a los aliados y la falta de respuestas a los reclamos de las provincias.
El gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, exhibe un tono conciliador para analizar el rumbo económico de Javier Milei, aunque no esconde sus diferencias con el modelo del Presidente. Pese al inestable escenario que enfrenta el oficialismo en el Congreso, Torres, quien ya construye un espacio “frentista” a nivel nacional que traspasa las fronteras de Pro, repite que la gobernabilidad está asegurada. Sin embargo, se queja por el maltrato a los aliados y la falta de respuestas a los reclamos de las provincias por los recursos y las obras de infraestructura.
En una entrevista con Baires Para Todos, el gobernante habló de su relación con el Presidente Javier Milei.
Por otra parte, evita definirse sobre el pliego de Ariel Lijo, uno de los candidatos que impulsa el Presidente para la Corte: “No creo que sea un quiebre en el acompañamiento popular que tiene Milei”, señala.
-¿Cuál es su visión sobre el rumbo del Gobierno? ¿Se considera un aliado o un opositor a Milei?
-Hoy somos aliados. Hay una oportunidad histórica de avanzar con medidas reformistas. Obviamente, hay diferencias y mantenemos un espíritu crítico, pero coincidimos en bajar la inflación y tener equilibrio fiscal. Si partimos de esa base, es muy difícil que alguien no esté de acuerdo con esa meta. Después hay una discusión más profunda sobre qué modelo de país queremos.
-¿Tiene diferencias respecto del proyecto del país de Milei?
-Yo no creo que la macro, por osmosis, resuelva todos los problemas. Considero que tiene que haber un plan de infraestructura. Al día de hoy, no hubo una sola iniciativa privada para rutas nacionales o puertos. ¿Cómo va a hacer este gobierno, que necesita desesperadamente divisas, para acceder a esos dólares de la exportación si no tenemos las rutas y los puertos en condiciones? Esa discusión, que es complementaria a lo que se está haciendo, hay que darla.
-¿Cree que los mercados o los inversores están atentos a la inestable relación de Milei con el Congreso? Esta semana salvó el veto a la ley de movilidad jubilatoria, pero sufrió un golpe en el Senado.
-El Congreso está dando debates y, pese a la minoría parlamentaria del Gobierno, la gran mayoría de los proyectos salen y se acompañan. Milei ha logrado tener las herramientas, como la ley bases, e incluso aprobar los temas que planteó como estratégicos. El Presupuesto va a ser un debate interesante.
-Entonces, ¿no siente que las últimas derrotas en el Senado volvieron a sembrar dudas en torno la gobernabilidad?
-Sin dudas, tiene que haber una curva de aprendizaje en cuanto a las formas. Cuando uno habla sobre qué van a decir los mercados es bastante subjetivo. No creo que los mercados estén interesados en un decreto de cien palos para la SIDE, que podría salir tranquilamente por ley.
Hoy, Milei no tiene un problema de gobernabilidad, sino de formas en el trato con los aliados. Necesita consolidar y fortalecer ese vínculo para tener una agenda de desarrollo común.
-El vínculo entre Milei y los gobernadores está marcado por la volatilidad. ¿A qué lo atribuye?
-A veces, el Gobierno toma algunas demandas como políticas y partidarias cuando, en realidad, son justas. ¿Por qué estamos peleando? El Gobierno tiene que transferir la deuda de las cajas previsionales y el flujo que corresponde, porque ese es un dinero que aportamos las provincias. Esa es una discusión de derechos y obligaciones, no ideológica.
Cada vez que hacemos un planteo, muchos “cortesanos” o alcahuetes del Presidente se piensan que es una disputa partidaria, pero, en realidad, estamos peleando por lo que nos corresponde. Nos eligieron para defender los intereses de nuestras provincias y estamos reclamando por lo que, ni más ni menos, establece la Constitución.
-Pero el Gobierno dice que ese artículo de la ley que vetó Milei sobre las cajas previsionales ponía en riesgo el equilibrio fiscal y los tildó de irresponsables.
-No, porque es un debate anterior. Una buena administración económica no se hace haciendo caso omiso a las obligaciones con las provincias. Eso es incumplir con la ley y estafar a los millones de argentinos que viven en las provincias. Estoy hablando desde incumplir con las cajas previsionales hasta con contratos que ya estaban vigentes. Un caso es el de la obra pública. Son cuestiones que hay que resolver rápidamente.
-¿Milei podrá sostener a mediano o largo plazo su plan de eliminar la obra pública?
-Sería importante que haya un plan de acción para terminar con la incertidumbre. Podrían sentarnos y hacernos partícipes de esa estrategia. Incluso, nosotros queremos colaborar.
Hablo con muchos dirigentes de espacios no kirchneristas y nuestro miedo es que, por el hartazgo que hay en una Argentina pendular, volvamos a ese populismo berreta, que nos terminó estrellando como país. La Argentina no soporta una frustración más. Por eso, a veces uno se hace el distraído con cuestiones que son difícil de naturalizar. En otro momento estarían volando denuncias penales por todos lados. Y hoy estamos colaborando porque entendemos que es importante que el Gobierno tenga el tiempo suficiente para ordenar lo más básico. Hablo de lograr el equilibrio fiscal y bajar la inflación.
“No creo que la macro, por osmosis, resuelva todos los problemas; Milei debe tener un plan de infraestructura”
-¿Cuánto dura la paciencia de los gobernadores dialoguistas? ¿Van a presionar para conseguir respuestas en la discusión por el Presupuesto 2025?
-Vemos con preocupación que teniendo una persona que puede dar discusiones que antes eran tabú, como el sistema previsional o la reforma laboral, se pierda una oportunidad importante. Por eso, hay margen y crédito para que sigamos acompañando con convicción, aunque no coincidamos en un montón de cuestiones o veamos contradicciones en un gobierno que dice ser liberal y, en muchos casos, demoniza con rasgos homofóbicos en las redes sociales o habla del divorcio con una mirada arcaica o tiene una obsesión setentista. Hoy la agenda tiene que ser otra: hay que mirar para adelante y hablar sobre el futuro.
-¿Van a apoyar al Gobierno en la discusión por el presupuesto?
-Primero, lo vamos a estudiar. Nos parece bien que el presupuesto esté sujeto a la recaudación. Y vamos a discutir temas importantes. Básicamente, queremos terminar con las asignaciones específicas. El nuevo bloque de las “provincias unidas” va a llevar esa agenda al Congreso y la tenemos que discutir con el Gobierno, no a pesar del Gobierno.
-Hablaba de las “contradicciones” de Milei. ¿El decreto reglamentario de la ley de acceso a la información pública fue una señal de alerta para Pro y los aliados?
-Hay que evitar eso porque harta a la gente. Si vos decís que sos transparente, austero y distinto, y tus diputados se carpetean entre ellos y se hace culto de usar los asesores para pelear una gobernación, la gente dice: “estos son unos chantas; más de lo mismo”. Si ocurre eso, estamos perdidos, finalizó.