Las tensiones diplomáticas entre Brasil y Venezuela no se relajan. Esta semana se conoció la noticia de que el país presidido por Lula Da Silva vetó el ingreso de la república boliviariana a los Brics, el bloque político y económico alternativo al G7 que integran las cinco economías emergentes más poderosas del mundo.
El veto respondió a una «ruptura de confianza», según declaró el excanciller y hoy asesor de Lula, Celso Amorim, en una entrevista al diario brasileño O Globo y se dio en el marco de la 16ª Cumbre del bloque en la ciudad de Kazán, Rusia, evento al que fue invitado Nicolás Maduro por el propio mandatario ruso, Vladimir Putin, a principios de agosto.
Amorim indicó que Maduro prometió a Lula difundir el escrutinio detallado de la elección del 28 de julio. A la fecha, la autoridad electoral no lo ha publicado, como manda la ley. «El abuso de confianza fue algo grave, nos dijeron una cosa y no se hizo. Venezuela rompió la confianza», reafirmó Amorim.
La fractura de una relación histórica
Lula fue un aliado histórico de Venezuela durante los gobiernos del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y de su sucesor Maduro. Al volver al poder en 2023 celebró una «nueva época» en las relaciones bilaterales, rotas en el gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2023).
Venezuela evitó pronunciarse públicamente sobre los llamados de Lula a una mayor transparencia en el escrutinio de la elección del 28 de julio, que la oposición tachó de fraudulenta al reivindicar una victoria.
El veto de Brasil a la entrada de Venezuela a los BRICS fue la gota que rebosó el vaso: Caracas denuncia una «agresión», «un gesto hostil», que es «inexplicable e inmoral», en un comunicado que no se dirige expresamente a Lula sino solo a su cancillería.
La relación ya había recibido otro golpe en septiembre, cuando Caracas revocó la autorización otorgada a Brasil para representar a Argentina en el país y, en particular, para gestionar la residencia de su embajada, donde se refugian seis colaboradores de la líder opositora María Corina Machado desde marzo, esperando un salvoconducto para salir del país.
Para la inclusión de Venezuela a los Brics era necesario el consenso, según el presidente ruso y aliado de Maduro, Vladimir Putin, que espera que la situación entre Caracas y Brasilia «se resuelva».
«Venezuela lucha por su independencia, por su soberanía. Consideramos que el presidente Maduro ganó las elecciones y las ganó honestamente y le deseamos éxito», añadió Putin.
El gobernante ruso dijo además que los Brics llegaron a un acuerdo sobre una lista para futuros países asociados, a quienes enviaron una oferta. «Una vez recibida una respuesta positiva, anunciaremos quiénes figuran en esta lista», expresó.
Agobiada por una interminable crisis económica, Venezuela buscaba desde hace meses ser miembro activo de los BRICS. Maduro viajó a Kazán para reunirse con los socios del bloque también en búsqueda de inversiones para su país.
Qué son los BRICS y qué países lo integran
El bloque se fundó en 2009 con cuatro miembros: Brasil, China, India y Rusia, y en 2010 se unió Sudáfrica. En 2024 se sumaron Etiopía, Irán, Egipto y Emiratos Árabes.