Gobierno con los servicios públicos. El Gobierno buscará derrumbar la inflación y llevarla al 1% mensual en febrero. Tras la baja del crawling peg del dólar oficial y con los bienes que corren al 1%, ahora el foco estará en los servicios. Hubo pedidos a las prepagas para que bajen las cuotas, la política de subsidios fue modificada para que haya subas de tarifas más graduales y hay diálogo con los sindicatos para coordinar paritarias en línea con la estrategia oficial.
El último dato oficial de inflación del INDEC, correspondiente a diciembre, muestra una tendencia que se registró durante los últimos meses. Mientras que los bienes subieron 1,9%, los servicios treparon 4,4%. En tanto, en diciembre, el índice de precios mayoristas, que pondera sobre todo bienes, registró una suba del 0,8% mensual.
La velocidad de la baja de los precios de los bienes por sobre el rezago en servicios es algo “habitual en los planes de estabilización en el que se ancla el tipo de cambio real como instrumento antiinflacionario”, explicó Gonzalo Carrera, economista de Equilibra.
En diálogo, detalló los motivos: “Lo que suele pasar es que primero se frenan los bienes, que son los transables y siguen al tipo de cambio para fijar los precios, tanto los exportables como los importables, mientras que los servicios todavía miran la inflación pasada, en mayor medida porque quieren recomponerse”.
“Al ser intensivos en trabajo y dado que venimos de procesos donde se licuaron los salarios previamente, van a ir recomponiendo un poco, mirando más la inflación pasada, por eso bajan con menos fuerza”, señaló.
Prepagas y tarifas, en la mira de Caputo
El Gobierno pone la lupa en dos servicios clave: las prepagas y las tarifas. En 2024, cuando la inflación fue del 118%, las prepagas subieron 226% y las tarifas 430%, según el INDEC. Para 2025 se espera una trayectoria distinta.
En cuanto a las prepagas, esta semana el Gobierno avanzó con reuniones con empresas de medicina prepaga y les pidió que “bajen las cuotas de las prepagas”. No que aumenten en línea con la inflación o por debajo, sino que bajen en términos nominales los planes.
A cambio, el Gobierno puso fin a la famosa triangulación entre obras sociales y prepagas, por lo que las prepagas van a recibir de manera directa los aportes y contribuciones, sin que haya ningún “peaje” en el medio. Según fuentes oficiales, se trata de aproximadamente $180.000 millones mensuales que ahora irán directamente a las empresas.
Respecto a las tarifas, el Gobierno dio marcha atrás con los aumentos de la luz, que hubieran implicado subas de hasta 12% para las familias de menores ingresos. El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que se trató de un “error”. Finalmente, se dividirá a lo largo de todo el año, debido a que la quita de subsidios será gradual y no toda en febrero.
Por otro lado, también decidieron revertir la política de subsidios que estaba prevista para 2025. Según pudo saber , cuando cambiaron las autoridades en la Secretaría de Energía, uno de sus principales objetivos era modificar el esquema de subsidios.
La idea era dejar atrás la actual segmentación tarifaria iniciada en 2022, que estipuló que los usuarios se dividan en tres niveles (1, 2 y 3), según los ingresos de la familia.
El plan era ir a un sistema de tarifa social como regía en el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019). De hecho, la actual secretaria, María Tettamanti, proviene de los equipos de campaña de Patricia Bullrich en Juntos por el Cambio.
Pero aunque esa se considere como una política más óptima que la actual, la vuelta a la tarifa social pasará para 2026, o al menos para después de las elecciones. La idea original era que la tarifa social, con fuertes subsidios para los sectores más vulnerables, llegue solo a quienes hoy están calificados como “nivel 2″.
Dejar sin subsidios a los usuarios N3 de ingresos medios hubiera implicado retirar la ayuda estatal a 3,4 millones de familias, que hoy tienen la mitad de su tarifa subvencionada por el Estado.
Coordinación de paritarias
Si bien en la actual medición del Índice de Precios al Consumidor dos tercios de la ponderación es en bienes, un tercio es servicios, detalló Carrera. “Ese tercio de servicios, a su vez a su interior, es 70% servicios privados y 30% de servicios públicos”, agregó.
En servicios privados se encuentran categorías como restaurantes, prepagas, alquiler de la vivienda, educación o servicios recreativos y culturales.
“Los servicios públicos subieron por recomposición, los alquileres están indexados para atrás algunos contratos por ley, pero después hay mucho de la suba de los servicios privados que es por salarios de los trabajadores que se van recomponiendo, o sectores donde sí les pegó más la suba de tarifas, como los restaurantes”, agregó.