Estados Unidos anunció este jueves que Venezuela aceptó reanudar los vuelos de repatriación de migrantes venezolanos, suspendidos después de que el Gobierno de Nicolás Maduro cancelara el operativo en represalia por la retirada de la licencia a la petrolera Chevron para trabajar en el país caribeño.
«Me complace anunciar que Venezuela ha acordado reanudar los vuelos para recoger a sus ciudadanos que violaron las leyes de inmigración de Estados Unidos y entraron ilegalmente en el país», publicó Richard Grenell, enviado especial del presidente Donald Trump para Misiones Especiales, en la red social X. «Los vuelos se reanudarán el viernes», añadió, sin entrar en detalles.
Grenell viajó a finales de enero a Venezuela para hablar con el gobierno del mandatario Nicolás Maduro sobre la expulsión de migrantes venezolanos, los presos estadounidenses y los canales de comunicación entre ambos países, que rompieron relaciones en 2019. Regresó a Estados Unidos con seis presos estadounidenses y la promesa, según él, de que Caracas aceptaría a sus nacionales, señala DW.
Venezuela critica «sanciones criminales”
Desde entonces, fueron repatriados 366 venezolanos. La aerolínea estatal Conviasa, sometida a sanciones, trasladó en dos aviones a un primer grupo de 190 en El Paso, Texas (sur), y a otro de 176 en Honduras, procedentes de la base militar de Guantánamo, en Cuba.
Sin embargo, Trump estimó que Maduro, a quien acusa de fraude electoral y no considera como presidente legítimo, incumplía el ritmo de vuelos «acordado» y a finales de febrero anunció el fin de la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en Venezuela. La semana pasada, Caracas confirmó que esa decisión supuso la interrupción de los vuelos programados.
Poco más tarde esta misma jornada, el presidente del Parlamento venezolano y jefe negociador del chavismo, Jorge Rodríguez, publicó un texto en Instagram donde confirma que se «ha llegado a un acuerdo (…) para repatriar hermanos venezolanos que se encuentran en los Estados Unidos”. Rodríguez aseguró que Venezuela protege los derechos humanos de los migrantes y «defiende y resguarda la reunificación de las familias» que «han sido víctimas» de las «sanciones criminales», que son -sostuvo- las que «provocaron la salida de connacionales» del país caribeño.