Durante la temporada de resultados del primer trimestre, varios ejecutivos detallaron que analizan aumentos de precios para trasladar el costo de los impuestos de importación a los consumidores.
«Tenemos fábricas en casi todas las regiones del mundo, pero no queremos tomar medidas apresuradas si esto resulta ser temporal», sostuvo Nicolas Hieronimus, CEO de L’Oréal, según transcripciones citadas por AlphaSense.
En tanto, Michael Hsu, CEO de Kimberly-Clark (KMB) —matriz de Huggies, Kleenex y Scott—, advirtió que subir precios puede ser riesgoso frente a competidores que fabrican localmente. La empresa enfrenta un impacto estimado de u$s300 millones por los aranceles y buscará compensarlo mediante ajustes en su cadena de suministro.
Empresas como Hyundai ya planean trasladar producción. Los SUV Tucson que hoy se fabrican en México podrían pasar a producirse en Alabama, reservando la planta mexicana para abastecer a Canadá.
El fabricante de ropa protectora Lakeland Industries (LAKE) también delineó una estrategia para relocalizar su producción de equipamiento de bomberos. Por su parte, Flexsteel Industries (FLXS) informó que estudia proveedores alternativos en otras regiones, aunque espera definiciones más claras de la política comercial de Trump antes de avanzar.
Trump postergó la implementación total de los aranceles hasta julio para dar margen a negociaciones, mientras intenta cerrar un nuevo acuerdo con China, país que en respuesta ha impuesto aranceles superiores al 100% a productos estadounidenses.
Los nuevos aranceles ya empiezan a mover el mercado. Boeing (BA) advirtió que no podrá concretar la entrega de 50 aviones a clientes chinos este año debido a medidas de represalia. La empresa busca ahora redirigir esas unidades a otros mercados.
En contraste, algunas firmas ven oportunidades. Whirlpool (WHR) afirmó que, en el largo plazo, la política arancelaria mejorará su competitividad frente a rivales asiáticos. Kaiser Aluminum (KALU) también reportó un aumento de la demanda de aluminio fabricado en Estados Unidos. Según publica Ámbito.
Los próximos meses serán clave para definir cuánto del impacto será soportado por las empresas y cuánto por los consumidores.