Investigadores de Brasil a Bariloche. Tres investigadores del Laboratorio de Ecología y Evolución de Sistemas Socioecológicos (LEA) de la Universidad Federal de Pernambuco, en Brasil, desembarcaron en Bariloche por tres meses para realizar un intercambio en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma) que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue.
El desafío es entender cómo el cambio climático afecta a las personas en diversos lugares.
“Las investigaciones se desarrollan en regiones muy diferentes a Bariloche, por eso es tan valioso intercambiar experiencias con investigadores argentinos”, puntualizó Ingrid da Silva Lima, una de las tres biólogas, a diario RIO NEGRO.
Comentó que gracias al intercambio, “será posible tener una mirada más amplia sobre qué necesitan las personas para vivir bien, cuidar el ambiente y enfrentar los problemas que trae aparejado el cambio climático. Nuestro trabajo busca unir fuerzas entre Brasil y Argentina, combinando ideas y experiencias para pensar soluciones concretas que mejoren la vida de las personas”.
El equipo está compuesto por Leticia Elias, Hermeson Carlos dos Santos y da Silva Lima, tres biólogos brasileños apasionados por las plantas y por la relación de las personas con la naturaleza que realizan sus investigaciones de posgrado.
“El intercambio pretende fomentar el diálogo entre distintos saberes y crear un espacio de aprendizaje mutuo. Elegimos Bariloche por la colaboración ya existente con investigadores locales que facilita el trabajo conjunto. Durante tres meses, vamos a compartir actividades, ideas y experiencias, construyendo colectivamente”, comentó da Silva Lima.
En Bariloche está previsto un taller con horticultores de la zona para dialogar sobre adaptación al cambio climático y compartir un folleto sobre plagas. “Además, acercaremos la ciencia a estudiantes mediante charlas y talleres en el marco del programa Conicet Educar con Ciencia. Habrá seminarios híbridos para compartir avances académicos y fortalecer el intercambio científico”, indicó, al tiempo que aseguró que también acompañarán a los investigadores en sus salidas de campo.
La investigación se centra en el proyecto trinacional “Estrategias Adaptativas ante el Cambio Climático: un Análisis Tri-Nacional del Conocimiento Ecológico Tradicional” que tiene como finalidad entender cómo los cambios en el ambiente afectan los saberes que las comunidades tienen sobre la naturaleza.
Mencionó a Caatinga, una región semiárida del noreste de Brasil, donde los pobladores ya padecen la falta de agua, en cantidad y calidad. “Un reservorio de agua tenía 1,5 metros de altura; según un relevamiento, ahora tiene solo 30 centímetros”, señaló y agregó que “el agua tiene más nutrientes, más sal. Por eso, la gente implementa distintas estrategias para tener agua”.
El proyecto busca indagar cómo se enfrentan estas transformaciones a partir de diversas realidades. “Trabajamos con conocimientos de distintas áreas, como la ecología y las ciencias ambientales, y lo hacemos en colaboración con equipos de Brasil, Argentina y México. Estos tres países tienen una gran riqueza natural y una fuerte tradición de saberes populares ligados al medio ambiente”, comentó.
A su vez, los tres biólogos forman parte de la Red Resiclima de la que forman parte instituciones de Brasil, Argentina, México, Estados Unidos, Finlandia, Alemania y Nueva Zelanda para estudiar el cambio climático.
“Venimos de distintas áreas del conocimiento y trabajamos juntos para entender cómo está cambiando el clima y qué impacto tiene eso en la vida de las personas y en la naturaleza. Uno de nuestros principales objetivos es saber cómo la gente percibe estos cambios en el ambiente y cómo responde ante ellos”, detalló da Silva Lima.
Además de investigar, en Resiclima también encaran proyectos de divulgación científica y de educación para que más personas puedan acceder a esta información. “Cuando las personas tienen acceso a información clara y confiable sobre el cambio climático, comprenden mejor los riesgos, se preparan más conscientemente y pueden actuar más eficazmente para protegerse y cuidar el medio ambiente en el que viven”, manifestó. Según publica Río Negro.
Los investigadores se mostraron expectantes por el intercambio. “Da emoción, pero también un poco de nervios, porque salimos de nuestra rutina y nos enfrentamos a desafíos, como hablar otro idioma. Estar acá es una oportunidad muy especial para aprender, conocer gente nueva y crecer, tanto a nivel personal como profesional”, concluyeron.