Brian Fernández reapareció públicamente tras un mes de ausencia en Talleres de Remedios de Escalada, y lo hizo con un mensaje directo en redes sociales.
Brian Fernández, a través de su cuenta de Instagram, negó estar desaparecido, como había sugerido TyC Sports, y explicó que su situación no está relacionada con sus antecedentes de adicciones. El delantero afirmó que se encuentra “bien y con su familia”, y que su alejamiento del club responde a una situación completamente distinta. #La17
El atacante, que se había sumado al conjunto albirrojo en mayo para jugar la Primera Nacional, solo disputó cuatro partidos oficiales antes de alejarse del plantel. Las cuatro presentaciones terminaron en derrota, incluyendo el último encuentro ante Central Norte de Salta el 14 de junio. A partir de entonces, dejó de entrenarse, primero por una lesión menor y luego, sin aviso formal.
Con el correr de los días, surgieron versiones que hablaban de una nueva desaparición. Su historia personal generó suspicacias, ya que ha tenido reiterados problemas fuera de la cancha. Sin embargo, esta vez el propio jugador se ocupó de aclarar el panorama.
Fernández reveló en su publicación que fue víctima de una situación amenazante con la barra brava del club. “Tuve un primer encuentro con el jefe de la barra. Estaba con mi mamá y mi hermana. En el segundo me dijo que agarre mis cosas y me vaya”, detalló. Según su relato, decidió alejarse para no exponer a su familia a riesgos innecesarios.
También aseguró que se comunicó con los dirigentes de Talleres y que su familia fue contactada por el club. “Esta vez no es el caso de lo que todos piensan”, insistió, refiriéndose a las adicciones que lo marginaron repetidamente en el pasado. Intentó despegarse de ese estigma que lo persigue desde hace años.
La carrera de Brian Fernández ha sido una montaña rusa. Desde su irrupción en Defensa y Justicia hasta su sanción por doping en Racing en 2016, nunca logró estabilidad. Sus pasos por clubes de Argentina, Francia, Chile, México y Estados Unidos han estado marcados por ausencias y recaídas.
En la MLS llegó a integrar un programa de rehabilitación especial. En Colón, volvió tras la pandemia, pero rápidamente dejó de entrenar. En Ferro tuvo un breve renacer, pero la historia se repitió y acabó sin final feliz.
También pasó por Deportivo Madryn y luego retornó a Caballito, con problemas similares. En 2023, Colón volvió a confiar en él, pero ni siquiera llegó a debutar oficialmente. Apenas jugó dos partidos en México con Morelia y, más tarde, se sumó a Almirante Brown.
En la Fragata encontró cierta estabilidad gracias a Daniel Bazán Vera, quien incluso lo alojó en su casa. Disputó 27 partidos, convirtió cinco goles y hasta enfrentó a Boca en Copa Argentina, mostrando destellos de su calidad. Tras un paso frustrado por Coquimbo Unido en Chile, recaló en Talleres, donde hoy su situación vuelve a quedar en suspenso.