Cada 1° de agosto, miles de personas en Argentina y otros países sudamericanos cumplen con un ritual ancestral: beber caña con ruda.
Esta tradición, que combina saberes populares con la medicina natural, se realiza en ayunas y se repite desde generaciones como un modo de purificación y protección.
El ritual favorito de cada agosto
De acuerdo con R3AM780. El motivo de esta costumbre es aprovechar el supuesto poder depurativo y energético de la ruda en el inicio del mes. Se cree que ayuda a espantar enfermedades, malas vibras y atraer bienestar físico y espiritual para los próximos días. El ritual tiene raíces guaraníes y coloniales, y se mantiene vivo en provincias del norte y el litoral, aunque se practica en todo el país.
La preparación tradicional consiste en mezclar caña de azúcar o alcohol de caña con hojas de ruda —frescas o secas—, y en algunos casos se le agrega azúcar o miel al gusto. Se deja macerar en un frasco cerrado durante semanas o incluso meses antes de ser consumida.
El primer sorbo se toma en ayunas y algunos repiten después de comer. Más allá de lo simbólico, se le atribuyen propiedades digestivas y antiinflamatorias a la ruda, aunque se recomienda precaución si se consumen medicamentos o en personas con enfermedades crónicas, ya que puede tener contraindicaciones.
El 1° de agosto también coincide con el Día de la Pachamama, en muchas culturas andinas, lo que refuerza el valor espiritual de esta ceremonia. Así, salud, tradición, y respeto por la naturaleza se combinan en un pequeño sorbo que busca renovar las energías para el mes entrante.