La moda internacional por el té matcha, conocido por su intenso color verde y sus beneficios para la salud, está poniendo en jaque a su cadena de suministro en Japón. Influencers, turistas y consumidores en todo el mundo impulsan una demanda sin precedentes que choca con problemas de producción, cambio climático y falta de mano de obra en el país asiático.
Según BBC, este fenómeno no solo está encareciendo el producto, sino que también ha obligado a limitar las ventas en los principales puntos turísticos, como Uji, en Kioto, reconocida por elaborar uno de los matchas más prestigiosos del mundo.
El matcha, de bebida tradicional a fenómeno viral
Impulsado por redes sociales y el turismo en Japón, el matcha se ha convertido en protagonista de millones de publicaciones y recetas virales. La etiqueta “MatchaTok” suma decenas de millones de vistas, y cafeterías de todo el mundo compiten por ofrecer la versión más atractiva de esta bebida centenaria.
La creciente popularidad ha multiplicado los pedidos en países como Estados Unidos. Lauren Purvis, importadora y fundadora de Mizuba Tea Co., asegura que lo que antes era suministro para un mes ahora se agota en cuestión de días. “Algunas cafeterías incluso piden un kilo al día. Están desesperadas por mantenerse al día”, explica.
Calor extremo y menos agricultores: la tormenta perfecta
El matcha proviene de hojas de té verde tencha, cultivadas a la sombra y procesadas de forma artesanal, un método que produce apenas 40 gramos por hora en molinos de piedra. Sin embargo, las olas de calor récord han reducido la calidad y el rendimiento de las cosechas, especialmente en Kioto, de donde proviene un cuarto del tencha japonés.
A esta dificultad se suma la escasez de agricultores jóvenes, ya que la población rural envejece y el relevo generacional es insuficiente. Esto ha llevado a que algunas tiendas, como Camellia Tea Ceremony, limiten las compras a una lata por cliente para poder abastecer a todos.
Precios en alza y un consumo más consciente
Rie Takeda, de la cadena de ceremonias del té Chazen, indica que la escasez ya provocó un aumento del 30% en los precios de sus servicios. “Es una puerta de entrada para que más gente conozca la cultura japonesa”, afirma, aunque advierte sobre el uso indiscriminado del matcha de alta calidad en cocina o su reventa especulativa.
La Asociación Global del Té Japonés promueve el uso de matcha de cosechas tardías para recetas, reservando el de mayor calidad para su consumo tradicional. “Promover el conocimiento de estas diferencias ayuda a garantizar que el té japonés se disfrute con respeto”, señala la entidad.
Aranceles y perspectivas futuras
A la presión sobre el mercado se suma el nuevo impuesto del 15% que Estados Unidos aplicará a los productos japoneses, lo que podría encarecer aún más el matcha en ese país. Purvis advierte que esto podría afectar a distribuidores y consumidores: “Esperamos que se comprenda que el té especial debe quedar exento”.
Aun así, algunos empresarios creen que el auge podría moderarse en pocos años. Masahiro Nagata, cofundador de Matcha Tokyo, prevé que la demanda se estabilizará y que el mercado del matcha de baja calidad dejará de ser tan rentable.