Europa atraviesa la primera gran ola de calor del verano, con temperaturas extremas que alcanzan los 40°C en ciudades como París y máximos históricos en España y Portugal. Las autoridades emitieron alertas rojas, suspendieron clases y aplicaron medidas para proteger a residentes y turistas, según información difundida por el medio.
París se encuentra bajo alerta roja, con más de 1300 escuelas cerradas de forma parcial o total. Bélgica y Holanda también sufren temperaturas inusualmente altas, mientras que Portugal superó su récord histórico para un mes de junio con 46,6°C en Mora.
En España, Barcelona vivió el junio más caluroso desde 1914, con una temperatura promedio de 26°C y picos de 37,9°C. La agencia Aemet confirmó que el país registró su mes de junio más cálido en la historia.
Efectos en el turismo y espacios públicos
Las altas temperaturas forzaron cambios en los principales atractivos turísticos. En París, la cima de la Torre Eiffel permanecerá cerrada hasta el jueves, y en Bruselas, el Atomium cerrará tres horas y media antes de lo habitual debido al calor interno en sus estructuras metálicas.
En Italia, 17 de sus 27 principales ciudades enfrentan olas de calor, con riesgos para la salud y restricciones en actividades al aire libre.
Riesgo para la salud y muertes sospechosas
El calor extremo ha causado muertes bajo investigación. En Barcelona, una trabajadora de limpieza falleció tras su jornada laboral, y en Italia, un empresario colapsó mientras trabajaba al aire libre. Las autoridades sospechan que ambos casos están vinculados a la ola de calor.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que este tipo de fenómenos serán cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático, calificando al calor extremo como un “asesino silencioso”.
Un mar Mediterráneo más cálido
Las aguas del Mediterráneo occidental registran temperaturas anómalamente elevadas, generando una ola de calor marina de nivel 2 a 3 sobre 5, según la NOAA. Este fenómeno aumenta la humedad ambiental y dificulta el enfriamiento nocturno, agravando los efectos de las altas temperaturas en tierra firme.
El desafío: convivir con el calor extremo
Expertos coinciden en que la sociedad deberá adaptarse a convivir con olas de calor más prolongadas e intensas. Recomiendan medidas de prevención, adaptación urbana y protección laboral para reducir el impacto en la salud pública. Informacion extraida del medio La Nacion.