El juicio por contaminación en el Golfo Nuevo entró en su tramo final y mantiene en vilo a Puerto Madryn.
La fiscalía, encabezada por el fiscal jefe Alex Williams, considera que se trata de un caso inédito en la ciudad y que la sentencia podría sentar un precedente histórico en materia ambiental y en el control de la industria pesquera, según informó La 17.
La acusación: efluentes sin tratar arrojados al mar
Durante el debate oral se expuso que una empresa procesadora de langostinos habría volcado líquidos crudos al mar mediante un sistema clandestino de cañerías. Testigos y peritajes confirmaron que las sustancias encontradas en el agua provenían de una conexión ilegal, superando ampliamente los parámetros legales permitidos.
“Se logró llevar a juicio a quienes entendemos responsables de una contaminación ambiental por el volcado de efluentes no tratados”, afirmó Williams. Las pruebas incluyeron apertura de cañerías, toma de muestras y registros fílmicos que documentaron el recorrido de los desechos hasta el perímetro de la firma investigada.
Chats y pruebas que comprometen a los acusados
Uno de los elementos más contundentes de la acusación fueron mensajes de chat entre los imputados. Allí se mencionaba la palabra “desviar” en referencia directa al caño detectado. “Ese diálogo se dio el mismo día en que se descubrió la conexión, lo que para nosotros confirma la participación”, subrayó el fiscal.
La fiscalía solicitó penas de prisión efectiva, considerando que se trata de un delito que afecta bienes jurídicos esenciales como la salud pública y el ambiente. Williams remarcó que la contaminación se produjo durante varios días y con valores muy superiores a los permitidos.
La defensa, en tanto, pidió que se aplique el principio de la duda, alegando que no existen pruebas suficientes para atribuir responsabilidades directas a los acusados. El eje del debate quedó centrado en la autoría penal y no en la existencia del hecho contaminante, que todas las partes coinciden en considerar probado.
Expectativa por la sentencia
La jueza Patricia Reyes dará a conocer su fallo la próxima semana. Tanto la fiscalía como los organismos ambientales esperan una resolución ejemplar que marque un límite a prácticas ilegales en la actividad pesquera.
“El fallo tendrá un impacto directo en los procesos industriales y en la necesidad de controles más estrictos”, advirtió Williams, quien recordó que no existen antecedentes de un juicio similar en Puerto Madryn.
El fiscal cerró con un mensaje de esperanza: “Pusimos lo mejor en la investigación y el juicio. Ahora queda esperar la decisión de la jueza”. La comunidad ambientalista y la ciudadanía aguardan un pronunciamiento que podría marcar un antes y un después en la protección del Golfo Nuevo.