Una masiva manifestación de unas 110.000 personas, convocada por el activista de ultraderecha Tommy Robinson, colmó las calles de Londres este sábado.
La protesta, cargada de consignas contra la inmigración y exigencias de renuncia al primer ministro Keir Starmer, refleja la creciente tensión social en el Reino Unido.
Una Protesta Histórica con Consignas Nacionalistas
Banderas de Inglaterra y del Reino Unido ondearon en lo que Tommy Robinson (cuyo nombre real es Stephen Yaxley-Lennon) definió como la «mayor protesta en la historia británica». El activista de ultraderecha, líder de la convocatoria, aseguró en la red social X que «la revolución cultural comenzó»y enmarcó la movilización como una defensa de la «libertad de expresión». La manifestación marca el punto culminante de un verano atravesado por protestas contra el alojamiento de solicitantes de asilo en hoteles británicos, mostrando la capacidad de movilización de estos sectores.
Enfrentamientos y una Contramarcha por los Migrantes
En paralelo, unas 5.000 personas participaron en una contramarcha en defensa de los migrantes y contra el racismo, según reportó la Policía Metropolitana de Londres. La situación derivó en tensión cuando se registraron intentos de romper los cordones de seguridad para acercarse al acto opositor. «Varios agentes resultaron agredidos», lo que obligó a desplegar refuerzos con equipo antidisturbios y apoyo de la policía montada. Las autoridades no precisaron de inmediato el número de detenidos, pero confirmaron incidentes durante la jornada.
El Gobierno de Starmer bajo Fuego por la Crisis Migratoria
La masiva protesta pone en evidencia la creciente tensión social que enfrenta el gobierno del primer ministro Keir Starmer, quien se ha convertido en el blanco principal de las críticas de los sectores nacionalistas y de ultraderecha. El debate migratorio ha escalado hasta convertirse en uno de los temas más divisivos y sensibles de la política británica actual, con una ciudadanía profundamente polarizada. La capacidad de movilización demostrada este sábado sugiere que este conflicto social lejos de apaciguarse, se intensificará.
La jornada deja en claro que la cuestión migratoria seguirá dominando la agenda política británica y desafiando al gobierno laborista en los próximos meses. Información extraída del medio DW.