La tensión en Medio Oriente se profundiza tras el anuncio del ejército israelí de intensificar sus operaciones en la principal ciudad de la Franja de Gaza.
La población civil enfrenta un escenario de extrema vulnerabilidad.
Las Fuerzas de Defensa de Israel instaron este viernes a los habitantes de Ciudad de Gaza a huir hacia el sur, luego de anunciar el cierre de la ruta Salah al Din, la principal vía norte-sur del enclave palestino. Según informaron, la única alternativa habilitada es la calle Al-Rashid.
La advertencia se da en el marco de una ofensiva terrestre y aérea que, de acuerdo con los portavoces militares, busca “eliminar” al movimiento islamista Hamas, acusado de la masacre perpetrada en Israel el 7 de octubre de 2023.
Catástrofe humanitaria y testimonios
Desde el inicio de la ofensiva, miles de familias palestinas abandonaron sus hogares a pie o en carretas improvisadas. “Nuestra vida se convirtió en una sucesión de explosiones y peligros. Lo hemos perdido todo”, expresó a la agencia AFP Sami Baroud, un desplazado de 35 años.
Las Naciones Unidas publicaron un informe de una comisión independiente en el que se acusa a Israel de cometer un “genocidio” en Gaza y responsabiliza directamente al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otros altos funcionarios. Israel rechazó categóricamente las conclusiones, calificándolas de “sesgadas y mentirosas”.
Repercusiones internacionales
La ofensiva israelí coincide con la inminente Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde se espera que potencias como Francia y Reino Unido reconozcan oficialmente al Estado Palestino, un paso que podría intensificar aún más la polarización global sobre el conflicto.
Un conflicto con cifras devastadoras
El ataque de Hamas en 2023 dejó 1.219 víctimas fatales y 250 secuestrados, de los cuales aún permanecen retenidos más de 40. En respuesta, la campaña militar israelí ya provocó la muerte de al menos 65.141 palestinos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, cifras que la ONU considera fiables.
Según Clarín la comunidad internacional sigue con atención el desarrollo de este conflicto, marcado por un creciente drama humanitario y un futuro político incierto en la región.