En un movimiento que podría marcar un punto de inflexión en el conflicto, el emisario especial del Kremlin, Kiril Dmítriev, viajó este sábado a Miami, Florida, para sostener conversaciones directas con representantes de la Casa Blanca sobre un posible plan de paz para Ucrania.
La reunión, que también incluye a delegados ucranianos y europeos, representa la primera ocasión en que todas las partes clave se encuentran en un mismo lugar, avanzando hacia una fase más integrada de negociación tras meses de diálogos separados.
El Viaje del Enviado Ruso y su Mensaje Cargado de Simbolismo
Dmítriev confirmó el viaje a través de su cuenta en la red social X, publicando un mensaje en inglés: «De camino a Miami». En su publicación, acusó a los «belicistas» de intentar «socavar el plan de paz de Estados Unidos para Ucrania» y acompañó el texto con un video simbólico que mostraba «la luz del sol abriéndose paso entre las nubes de tormenta», una clara alegoría a la esperanza de un avance diplomático. Su llegada a Estados Unidos se produce luego de que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunciara que Rusia buscaba obtener información de primera mano sobre el trabajo realizado por Washington con sus aliados europeos y con Kiev.
Las Dudas Rusas y la Postura Estadounidense
A pesar del gesto de enviar a su representante, Moscú mantiene un tono cauteloso y ha expresado escepticismo sobre el aporte real de los países europeos al plan de paz original propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump. Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, dejó en claro que su gobierno no buscará imponer una solución: «No podemos obligar a Ucrania a llegar a un acuerdo. No podemos obligar a Rusia a llegar a un acuerdo. Tienen que querer llegar a un acuerdo», afirmó, subrayando que el desenlace debe ser consensuado por los beligerantes.
Un Escenario de Negociación Más Integrado
Las conversaciones en Miami, coordinadas por el enviado estadounidense Steve Witkoff, marcan una evolución en el formato de las negociaciones. Hasta ahora, Washington había mantenido encuentros por separado con cada una de las partes en diferentes ubicaciones. La presencia simultánea de representantes rusos, ucranianos y de potencias europeas como Reino Unido, Francia y Alemania en un mismo foro sugiere un intento por dinamizar el proceso y buscar puntos de convergencia más concretos, aunque las profundas diferencias y la desconfianza mutua siguen siendo el principal obstáculo.
La reunión en Miami representa un nuevo capítulo, más coordinado, en los esfuerzos por poner fin a la guerra en Ucrania. Si bien el simbolismo del viaje ruso y la convergencia de actores son señales positivas, el éxito de estas conversaciones dependerá de la capacidad de las partes para superar la desconfianza y ceder en posiciones clave. El mundo observa si esta luz entre las nubes de tormenta, a la que aludió Dmítriev, puede finalmente traducirse en un camino viable hacia la paz. Informo el medio DW.




