La ONU advierte que el crimen organizado utiliza el deporte en América para lavado de dinero y manipulación de competiciones, poniendo en riesgo su integridad.
El crimen organizado intensificó su incursión en el ámbito deportivo en las Américas y el Caribe, utilizando esta plataforma para generar ganancias ilícitas y blanquear capitales procedentes de actividades delictivas, según informó Perfil.
Informe de la ONU revela expansión del delito en el deporte
Un informe exhaustivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), titulado Focus on countries in the Americas and the Caribbean, señala que “la corrupción en el deporte se está volviendo más sofisticada, sistemática y transnacional, con un incremento también de la participación de grupos de delincuencia organizada”, según Tarsila Klein, responsable de UNODC en Brasil.
El documento analiza la evolución de estas amenazas y resalta: “la amenaza que representan la corrupción y otros delitos e ilícitos para el deporte en las Américas y el Caribe está creciendo, volviéndose cada vez más sofisticada, sistemática y transnacional, no menos debido al aumento del rol de los grupos criminales organizados en esta actividad”.
Manipulación de competiciones y apuestas ilegales
La ONU advirtió que “la manipulación de competiciones está a menudo vinculada con actividades criminales como la corrupción, el crimen organizado, las apuestas ilegales y el lavado de dinero”.
Además, señala que “las personas involucradas en la manipulación de competiciones están apuntando cada vez más a deportes juveniles, competiciones semiprofesionales y deportes femeninos, donde las apuestas están disponibles, pero la supervisión es limitada, si no inexistente, y la detección es difícil”.
El mercado de apuestas ilegales alcanza hasta 1,7 billones de dólares anuales a nivel global, controlado en gran medida por organizaciones criminales. Según el informe: “las apuestas ilegales representan una amenaza significativa para la integridad del deporte” y “notablemente, los grupos están utilizando cada vez más tecnología avanzada para facilitar actividades ilegales como el lavado de dinero, las apuestas ilegales y la manipulación de competiciones”.
Riesgos en grandes eventos y transferencias de atletas
Los grandes eventos deportivos, como el Mundial 2026 y los Juegos Olímpicos 2028, son blancos de corrupción por los altos presupuestos. El informe advierte: “los grandes eventos deportivos son vulnerables a la corrupción y la colusión debido a los grandes presupuestos asignados para adquisiciones y la participación de múltiples actores”.
En transferencias de atletas, particularmente en fútbol, la ONU afirma: “un análisis de la corrupción vinculada a la transferencia de atletas presentado por la UNODC en su publicación Crimen, corrupción e ilícitos en la transferencia de jugadores de fútbol y otros atletas revela la participación de grupos criminales organizados, tráfico de personas, flujos financieros ilícitos, migración y problemas laborales”.
Asimismo, se documenta el uso de individuos que se presentan como agentes de fútbol: “esto se refiere a las actividades criminales de individuos que se presentan como ojeadores o agentes de fútbol y utilizan el fútbol y la perspectiva de pruebas en el extranjero para extraer dinero fraudulentamente de los padres de jóvenes jugadores ansiosos”.
De forma general, el informe subraya: “los grupos criminales organizados y serios utilizan las organizaciones deportivas y las actividades relacionadas con el deporte como vehículos para afirmar poder y control a nivel de la comunidad local, así como para lavar ganancias del crimen, manipular competiciones deportivas y explotar atletas para obtener ganancias ilícitas”.
El documento también reporta que la piratería audiovisual está vinculada al lavado de dinero, con 582.952 señales piratas desactivadas por CONMEBOL hasta noviembre de 2024. Para contrarrestar estas amenazas, la ONU propone: “revisar la legislación local y nacional para evaluar su capacidad para abordar eficazmente la corrupción en el deporte y, cuando sea apropiado, actualizar y adaptar la legislación para que esté alineada con la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción”.
“La vulnerabilidad del deporte a la corrupción en las Américas y el Caribe es evidente”, concluye el informe, instando a los gobiernos a reforzar la cooperación internacional para combatir este flagelo de manera más eficaz.