El alivio transitorio por la suspensión de retenciones favoreció a la zona núcleo, pero en la Patagonia su impacto fue mínimo.
Los productores regionales reclaman políticas estables que contemplen sus realidades económicas y logísticas.
El Gobierno nacional implementó, a través del Decreto 682/2025, la suspensión temporal de derechos de exportación para soja, maíz, trigo, girasol y carnes. Con esta decisión se buscó acelerar la liquidación de divisas y reforzar las reservas.
El incentivo funcionó de inmediato: en solo tres días se agotó el cupo de USD 7.000 millones, por lo que el esquema volvió rápidamente a la situación previa, con alícuotas de entre 9,5% y 26% según el producto.
Zona núcleo, la gran beneficiada
La medida resultó favorable para los grandes complejos agroindustriales de la Pampa Húmeda, que concentraron la mayor parte de las operaciones. Aquellos con stock disponible y capacidad financiera aprovecharon la ventana de alícuota cero para mejorar márgenes y adelantar ventas externas.
En contraste, productores medianos y pequeños quedaron relegados, sin tiempo para adaptarse al cambio. Desde la Mesa de Enlace destacaron el gesto oficial, pero insistieron en que el sector necesita reglas previsibles y de largo plazo.
Patagonia: impacto marginal
En el sur del país, el beneficio fue casi nulo. Si bien algunos productores de girasol y trigo en La Pampa y el sur bonaerense lograron aprovechar la medida, en Neuquén y Río Negro la producción exportable se centra en frutas de pepita, vino, frutos secos y cerezas, sectores que no fueron alcanzados por la quita.
Las cámaras frutícolas del Alto Valle cuestionaron que el Gobierno volviera a priorizar a la zona núcleo, dejando de lado a las economías regionales, que además enfrentan altos costos logísticos para llegar a los puertos. En el caso de la vitivinicultura, remarcan que el mayor obstáculo no es solo impositivo, sino el costo del flete que limita la competitividad internacional.
Costo fiscal y dudas a futuro
El beneficio generó un costo fiscal estimado en USD 1.000 millones, aunque el Ejecutivo espera compensarlo con la entrada inmediata de divisas. Sin embargo, los analistas advierten que el efecto será pasajero. La Bolsa de Comercio de Rosario indicó que aún quedan por exportar cerca de USD 9.700 millones en granos y subproductos, lo que reabre el debate sobre la previsibilidad de la política comercial.
Cierre
La experiencia dejó en evidencia que las medidas transitorias suelen concentrar beneficios en los grandes jugadores del agro, mientras que las economías regionales, especialmente en la Patagonia, continúan relegadas y a la espera de soluciones estructurales.
Según Río Negro , los productores del Alto Valle insisten en la necesidad de políticas de largo plazo que otorguen estabilidad, alivio fiscal y mejoras logísticas para sostener su competitividad.