Un enfrentamiento dialéctico sobre la inmigración marcó la Asamblea General de la ONU esta semana, con posturas radicalmente opuestas entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Mientras Trump advirtió que los flujos migratorios están «arruinando» a Europa, Sánchez defendió que son un «motor de crecimiento». Según un análisis de Euronews, los datos en España muestran que la población extranjera ya representa el 18,2% del total y es clave en el mercado laboral.
Dos discursos diametralmente opuestos en Nueva York
Durante su intervención en la ONU, Donald Trump lanzó una advertencia contundente: «Vuestros países se están arruinando. Si no detienes a gente que nunca has visto, tu país va a fracasar». Horas antes, Pedro Sánchez había expresado exactamente lo contrario en la Universidad de Columbia: «Para nosotros, la migración no es una fuente de miedo, sino de esperanza y oportunidad». Este choque de visiones refleja el debate global sobre las políticas migratorias.
El impacto concreto de la inmigración en España
Más allá de la retórica, las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que la población nacida en el extranjero en España alcanzó el 18,2% en 2024. Los principales países de origen son Marruecos, Colombia, Venezuela, Rumanía y Perú. Solo en 2023, los colectivos de Colombia, Venezuela y Marruecos registraron los mayores incrementos, con aumentos que superaron las 66.000 personas en cada caso.
La inmigración como sostén del mercado laboral español
El Ministerio de Inclusión reporta un récord histórico de 2,88 millones de afiliados extranjeros a la Seguridad Social, representando el 13,47% del total. Datos del SEPE indican que uno de cada cuatro nuevos contratos en 2024 correspondió a personas extranjeras. Think tanks como FUNCAS calculan que el 40% de los nuevos empleos fueron ocupados por inmigrantes, siendo cruciales en sectores como hostelería, construcción y agricultura.
Frente a la narrativa alarmista, la experiencia española sugiere que la inmigración está lejos de «arruinar» el país. Con una tasa de paro en mínimos históricos (10,6%) y 468.000 nuevos puestos de trabajo creados en 2024, la población extranjera emerge como un componente estructural que dinamiza la economía y compensa el envejecimiento demográfico. Información extraída del medio Euro News.