La audiencia preliminar por el femicidio de Myrna Estela Maidana reveló detalles estremecedores del crimen y la estrategia legal del acusado para reducir su pena.
Pablo Moyano, expareja de la víctima, busca que el hecho sea calificado como homicidio en ocasión de robo en lugar de femicidio.
Los horrores del crimen
El 11 de junio de 2024, Myrna Maidana regresaba a su hogar en el Área 16 de Rawson. La docente de la Escuela 795 no sabía que Pablo Moyano la esperaba dentro de la vivienda. Según la reconstrucción de la Fiscalía de Rawson, el hombre la atacó con extrema violencia: primero la golpeó, luego la inmovilizó atándole pies y manos. Acto seguido, la estranguló. Como remate final, la apuñaló en el cuello. Cabe destacar que Myrna le había terminado la relación once días antes de este brutal desenlace.
El robo y la fuga
Luego del femicidio, Moyano procedió a robar numerosos objetos de la vivienda, incluyendo electrodomésticos, consolas de juego, ropa de cama, televisores y hasta artículos de higiene personal. Cargó todo en el auto de la víctima y huyó, llegando a trasladar los objetos a su pensión en Trelew, donde los encargados lo ayudaron creyendo que se había divorciado. Finalmente abandonó el vehículo en Gaiman para confundir a la policía.
La batalla legal por la calificación del delito
Miguel Moyano, abogado defensor del acusado, pidió «reordenar» la imputación y cuestionó la calificación de femicidio. Argumentó que se trató de un «homicidio en ocasión de robo», lo que reduciría drásticamente la pena potencial: de prisión perpetua a una condena de entre 10 y 25 años. La jueza María Laura Martini dio un cuarto intermedio para que la Fiscalía simplifique la acusación.
La jueza podría resolver antes de fin de mes si el caso se eleva a juicio por jurados, en lo que representa una crucial definición sobre cómo la justicia categoriza los crímenes basados en violencia de género. Información extraída del medio ADN.