El gobierno ucraniano volvió a encender las alarmas sobre el destino de miles de menores separados de sus familias desde el inicio de la invasión rusa
Nuevas denuncias señalan que muchos de ellos estarían siendo trasladados a Corea del Norte, donde serían sometidos a adoctrinamiento, entrenamientos militares y restricciones culturales extremas. La información, difundida según Radio3, plantea graves cuestionamientos en materia de derechos humanos y enciende advertencias en la comunidad internacional.
Un nuevo destino para los menores deportados
Las autoridades de Ucrania sostienen que Corea del Norte se convirtió en una escala más dentro de la red de deportación infantil articulada por Rusia. El defensor del pueblo, Dmytro Lubinets, aseguró que existen pruebas de que niños secuestrados en territorios ocupados están siendo enviados a instalaciones norcoreanas destinadas a su “rusificación”, con prohibición absoluta de hablar ucraniano y sometidos a entrenamiento militar.
Una de las advertencias más contundentes fue presentada en el Senado de Estados Unidos por Kateryna Rashevska, del Centro Regional de Derechos Humanos. Allí detalló que ya se identificaron 165 campos de retención distribuidos entre Ucrania, Rusia, Bielorrusia y ahora Corea del Norte.
Testimonios desde los campos norcoreanos
Entre los casos documentados figuran Misha (12) y Liza (16), encontradas en Songdowon, cerca de Wonsan. Ambas relataron que las rutinas diarias incluían marchas, ejercicios militares, canto de himnos norcoreanos, sesiones de propaganda y la prohibición total de expresarse en su lengua materna. También describieron discursos orientados a inculcar hostilidad hacia presuntos “militaristas japoneses” y vínculos simbólicos con veteranos del ataque al buque estadounidense Pueblo, episodio emblemático para el régimen de Pyongyang.
Preocupación global y denuncias formales
Según cifras oficiales de Kiev, 19.500 niños ucranianos fueron secuestrados desde el inicio de la invasión en 2022, aunque solo unos 1.800 lograron regresar. La Asamblea General de la ONU aprobó recientemente una resolución que exige la restitución inmediata de todos los menores deportados desde 2014. La medida contó con el apoyo de 91 países y la oposición de doce, entre ellos Rusia, Irán y Bielorrusia.
La preocupación crece tras la admisión de Maria Lvova-Belova, comisionada rusa para los Derechos del Niño, quien reconoció que alrededor de 700.000 menores ucranianos ingresaron a Rusia durante la guerra. En 2023, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Lvova-Belova y Vladimir Putin por delitos vinculados a la deportación ilegal de niños.
El rol de Corea del Norte en la alianza militar con Rusia
El señalamiento hacia Pyongyang se enmarca en una creciente cooperación militar entre ambos países. De acuerdo con The Kyiv Independent, Corea del Norte habría enviado entre 11.000 y 12.000 soldados para apoyar operaciones rusas en Kursk durante 2024. Ese despliegue, según especialistas, podría haber abierto nuevas rutas clandestinas para trasladar menores fuera del alcance de organismos internacionales.
Zelensky insiste: sin los niños, no hay acuerdo de paz
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, reiteró que la restitución plena de todos los niños sigue siendo un punto innegociable en cualquier negociación futura. “Mientras haya un solo niño desaparecido, no habrá pacto posible”, afirmó.
Las denuncias sobre el envío de menores ucranianos a Corea del Norte exponen una dimensión aún más grave del conflicto: la utilización de niños como herramienta de guerra y propaganda. La comunidad internacional sigue de cerca cada revelación mientras crecen las presiones para garantizar su regreso y establecer responsabilidades por estas violaciones.




