El sector textil argentino atraviesa uno de sus momentos más críticos en años.
En los últimos 18 meses, cerraron casi 400 empresas y se perdieron más de 12 mil puestos de trabajo, según el último informe de la Fundación Pro Tejer. La combinación de un dólar atrasado, el avance de las importaciones, la competencia desleal y la presión impositiva golpean duramente a una industria que asegura que “ya no da para más”, según C5N.
Un sector en caída libre
El informe Argentina a contramano del mundo, elaborado por Pro Tejer, refleja una realidad alarmante: la producción nacional pierde terreno frente a las importaciones, que aumentaron un 40% en dólares y un 74% en toneladas entre enero y agosto de 2025 respecto del año anterior.
“Los índices del año pasado se han profundizado y advertimos que esto iba a pasar”, sostuvo Luciano Galfione, presidente de la fundación.
La apertura de las importaciones, la falta de incentivos fiscales y el impacto del fenómeno Shein, que ofrece prendas a bajo costo desde el exterior, dejaron a cientos de talleres y fábricas locales al borde del cierre.
La presión impositiva, otro golpe al sector
De acuerdo con el relevamiento, más del 50% del precio final de una prenda de primera marca corresponde a impuestos. A eso se suman los costos financieros (12,2%), alquileres (12,7%) y logística (9%).
“El costo industrial de una remera apenas representa el 8,5% del total. Es imposible competir así”, subrayó Galfione.
Pese a las dificultades, la industria textil invirtió US$1.400 millones en maquinaria durante los últimos tres años. “Somos buenos en lo que hacemos, pero necesitamos ayuda urgente”, insistieron desde el sector.
Testimonios que reflejan la crisis
Para Pedro Bergaglio, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Sweater, el panorama es desolador: “A diciembre pierdo el 30% de los socios de mi cámara porque cierran. Son empresas familiares, con entre 10 y 30 empleados”.
Desde Pro Tejer, en tanto, remarcan que el sector textil es “un termómetro de la economía”: cuando las fábricas caen, la economía argentina también se debilita.
Incertidumbre tras las elecciones
El secretario de la fundación, Jorge Sorabilla, señaló que durante 2024 hubo diálogo con el Gobierno, pero “con muy pocas respuestas”. Desde la administración Milei sostienen que las empresas deben “adaptarse” y buscar nuevos mercados de exportación.
Sin embargo, los industriales advierten que el modelo actual no cierra: “Hay una desaceleración de la inflación a costa de una recesión prolongada y un consumo deprimido. Las consecuencias son estructurales”, afirmaron desde Pro Tejer.
Congreso “Argentina a contramano del mundo”
Este martes, la Fundación Pro Tejer celebra su congreso anual en Avellaneda, con la participación de referentes como Axel Kicillof, Jorge Ferraresi, Miguel Ángel Pichetto y Gabriel Katopodis, entre otros.
El evento busca debatir el presente y futuro del sector, bajo un lema que refleja el sentimiento generalizado: “Argentina va a contramano del mundo”.
Con cientos de fábricas cerradas, miles de empleos perdidos y una competencia externa cada vez más agresiva, el sector textil enfrenta un desafío de supervivencia. Los empresarios reclaman medidas urgentes que frenen la sangría industrial y eviten que la histórica industria nacional termine de deshilacharse.




