El Ejército israelí concretó este miércoles la interceptación de una nueva flotilla de ayuda humanitaria que se dirigía hacia la Franja de Gaza.
La operación se desarrolló en aguas internacionales e involucró a al menos 145 activistas, entre ellos médicos, políticos y tres legisladores turcos.
La interceptación en aguas internacionales
La Coalición de la Flotilla de la Libertad, organizadora de la iniciativa, denunció que tres de sus embarcaciones -Gaza Sunbirds, Alaa al Najjar y Anas al Sharif- fueron «atacadas e interceptadas ilegalmente» aproximadamente a 220 kilómetros de la costa de Gaza. Según precisaron los activistas, la intervención israelí ocurrió cuando se encontraban a unas 120 millas náuticas, es decir, en aguas claramente internacionales donde, argumentan, Israel no tiene jurisdicción.
La respuesta oficial israelí
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí defendió la operación a través de sus redes sociales. Según la información oficial que proporcionó el ministerio en su cuenta de X (antes Twitter), afirmaron: «Otro intento inútil de romper el bloqueo naval legal y entrar en una zona de combate terminó en nada«. Las autoridades israelíes confirmaron que trasladaron a los 145 activistas a tierra firme para procesarlos y anticiparon que procederán a su deportación.
Antecedentes inmediatos y repercusiones
Esta interceptación se produce pocos días después de que Israel detuviera a 450 activistas de la Flotilla Global Sumud, entre los que se encontraban figuras internacionales como la ambientalista sueca Greta Thunberg y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Aquel episodio, generó protestas masivas en varios países europeos e incluso desencadenó una huelga general en Italia.
Un conflicto diplomático en aumento
La situación genera nuevas tensiones internacionales, particularmente con Turquía, dado que entre los detenidos se encuentran tres legisladores de ese país. Mientras la Coalición de la Flotilla insiste en que sus barcos «no suponen ninguna amenaza» y transportan únicamente ayuda humanitaria, Israel mantiene su postura de aplicar estrictamente el bloqueo naval, argumentando razones de seguridad. El destino inmediato de los activistas dependerá de si aceptan la deportación voluntaria que Israel ofrece o se someten a un proceso legal. Información extraída del medio Euro News.