La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una nueva resolución que reclama el levantamiento del embargo estadounidense sobre Cuba
Aunque la mayoría de los países votaron a favor, el apoyo a la isla disminuyó frente a años anteriores, tras una fuerte ofensiva diplomática impulsada por Washington.
Apoyo mayoritario, pero con votos en caída
Con 165 votos a favor, 7 en contra y 12 abstenciones, la Asamblea General de la ONU volvió a reclamar el fin del embargo económico, comercial y financiero que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde 1960.
Según DW, se trata del respaldo más bajo en más de una década. Entre los países que votaron en contra se destacan Estados Unidos, Israel, Ucrania, Argentina y Paraguay, mientras que Costa Rica y Ecuador optaron por abstenerse.
La resolución insta a Washington a levantar todas las leyes que impiden a Cuba comerciar libremente o adquirir productos internacionales con dólares estadounidenses.
La influencia de la campaña estadounidense
El gobierno norteamericano desplegó en los últimos meses una campaña diplomática que asoció al gobierno cubano con la presunta participación de mercenarios en la guerra de Ucrania del lado ruso, lo que habría influido en el cambio de posición de varios países europeos.
En comparación con 2024 —cuando la resolución obtuvo 187 votos a favor—, el descenso del respaldo refleja el impacto de esta presión internacional.
Un conflicto histórico que se profundiza
Desde 1960, Cuba sufre las consecuencias del embargo que limita sus operaciones comerciales, financieras y de inversión. En 2021, Estados Unidos incluyó a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida adoptada durante la gestión de Donald Trump y mantenida durante el gobierno de Joe Biden.
Aunque Biden retiró temporalmente a Cuba de la lista antes de finalizar su mandato, la medida fue revertida apenas días después por el regreso de Trump al poder, reinstalando así las restricciones.
Pese a las tensiones, Cuba mantiene un respaldo mayoritario en la ONU, aunque cada vez más erosionado por las alianzas geopolíticas que rodean el conflicto. El debate vuelve a poner en escena un reclamo histórico que, a más de seis décadas, sigue sin resolverse.




