El secretario general de la Asociación de Capitanes de Pesca, Jorge Frías, volvió de España con un diagnóstico contundente: sin apoyo estatal, la pesca argentina pierde competitividad frente al mundo.
Tras participar en el Congreso Internacional de la FAO y en la feria global Conxemar, el dirigente advirtió que el país “castiga a su industria en lugar de acompañarla”.
“Argentina necesita políticas que impulsen la pesca, no que la castiguen”
En diálogo con El Quinto Poder por #LA17, Frías relató su experiencia en Vigo, donde participó en el encuentro por los 30 años del Código de Pesca Responsable impulsado por la FAO. Allí observó cómo funciona la industria en otros países y el nivel de desarrollo que han alcanzado en materia de innovación, consumo y sustentabilidad.
“Es impresionante ver cómo funciona la industria en otros países. Te das cuenta de la variedad de especies, de cómo se procesan y de la rapidez con que el mundo adapta su consumo a los nuevos hábitos”, expresó el gremialista.
Según explicó, el mercado global enfrenta una competencia cada vez mayor con la acuicultura. “Hoy Ecuador produce más pescado por acuicultura que cualquier otro país. La competencia es feroz y el negocio dejó de ser el volumen: ahora importa la calidad”, señaló.
Exportaciones, consumo interno y falta de incentivos
Frías remarcó que Argentina exporta el 95% de lo que captura, debido a la escasa cultura de consumo local de productos de mar. A su entender, esta situación se debe a la falta de políticas de incentivo y educación alimentaria.
“La falta de políticas de incentivo y educación alimentaria impide que el argentino valore el pescado como fuente de alimento”, sostuvo.
Para revertir este escenario, pidió una mayor presencia del Estado en la promoción del consumo interno, así como en la comercialización y el financiamiento del sector pesquero.
Además, recordó que la flota nacional enfrentó un año muy complejo: “Estuvimos tres meses parados, al borde del quebranto. El acuerdo que evitó el colapso vence ahora, y habrá que volver a negociar”, advirtió.
“La política exterior pone a la industria contra su principal comprador”
El dirigente también cuestionó la política exterior argentina, que —según afirmó— “pone a la industria pesquera de cara contra su principal comprador, que es China”.
Frías criticó los recientes acuerdos del Gobierno con Estados Unidos que podrían afectar el comercio con el país asiático, y alertó que la falta de planificación “convierte a la pesca en moneda de cambio”.
Como contracara, destacó el modelo europeo:
“España es el ejemplo opuesto: allí el Estado acompaña, subsidia, promueve y fomenta la industria pesquera”.
Durante su visita, observó la cooperación entre el sector público y privado como una clave para mantener la competitividad.
Proyectos truncos y falta de apoyo nacional
Frías también mencionó el caso de un empresario argentino que busca invertir en plantas desalinizadoras y energías renovables para la industria, pero que depende de apoyo financiero externo.
“Un país a doce horas de vuelo nos ofrece subsidios, mientras el nuestro le da la espalda al industrial y al trabajador”, lamentó.
Finalmente, insistió en que sin políticas sostenidas no hay posibilidad de crecimiento real.
“La pesca no puede ser competitiva si se la castiga con impuestos y se la deja sin incentivos”, concluyó.
Según informó La 17, el dirigente valoró su experiencia en el ámbito internacional como una oportunidad para repensar el modelo pesquero argentino, apostando a una industria global, responsable y sustentable, en línea con las recomendaciones de la FAO.