Vaca Muerta mantiene expectativas y desafíos en el sector energético argentino.
El sector energético argentino, con Vaca Muerta como protagonista, atraviesa un año de desafíos y oportunidades, afectado por la caída de la actividad iniciada en 2024 y la incertidumbre macroeconómica.
Coyuntura actual del sector y Vaca Muerta
Durante la reciente feria Argentina Oil & Gas (AOG) en La Rural de Buenos Aires, se evidenció el potencial del sector energético, con más de 90 PyMEs socias del GAPP participando activamente. Sin embargo, el panorama actual muestra que el sector atraviesa un “valle de actividad” que pone a prueba a los proveedores, especialmente las PyMEs.
El sector energético argentino, y en particular Vaca Muerta, se caracteriza por su visión de largo plazo, con inversiones proyectadas a 30 años que trascienden las coyunturas políticas. Proyectos de Midstream como el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur y las fases previstas para el desarrollo del GNL1 (Southern), 2 (YPF-Shell) y 3 (YPF-Eni) son ejemplos de iniciativas con viabilidad asegurada. No obstante, la baja en el precio del crudo, la reconfiguración del mercado convencional y la macroeconomía local han demorado el inicio de algunas inversiones.
Impacto en proveedores y economía local
Lejos de las expectativas de un 2025 explosivo, la venta de activos convencionales por parte de YPF puso “on hold” al 50% del mercado, mientras las nuevas operadoras reconfiguran operaciones y flujos financieros. Esto ha dejado a muchas empresas proveedoras con dificultades transitorias, en un contexto donde el crédito local es limitado para las PyMEs.
La caída interanual del 26% en los equipos de perforación activos ha afectado a la cadena de proveedores de Vaca Muerta, que representa el 75% del empleo en Oil & Gas, con cerca de 7.000 empresas y más de 200.000 puestos de trabajo directos de alto valor agregado. Según el GAPP, el 30% de las compañías operan al 50% de su capacidad, y algunas ya iniciaron suspensiones o despidos.
Otros factores que complican la situación incluyen la estimación de proyectos y costos según estándares chinos distintos a los locales, la importación de plantas terminadas y la venta de stock de materiales y equipos por parte de las principales petroleras del país, afectando directamente a los proveedores nacionales.
Perspectivas de inversión y proyección a futuro
A pesar de la coyuntura, el sector mantiene expectativas gracias a su planificación a largo plazo y la resiliencia de las empresas. Las inversiones estratégicas y los proyectos de desarrollo de gas natural licuado (GNL) aseguran continuidad y generan esperanzas en la recuperación gradual del sector energético argentino.
El potencial de Vaca Muerta sigue siendo un motor clave para el desarrollo económico y tecnológico del país, destacando la importancia de sostener la inversión, la capacitación del personal y la articulación con proveedores locales.
El sector energético argentino, con Vaca Muerta como eje, enfrenta un año de desafíos, pero las inversiones estratégicas y la planificación a largo plazo generan esperanza para su recuperación y crecimiento sostenido, según informó Ámbito.