Organizaciones de periodistas y derechos humanos presentarán este miércoles ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) un informe sobre el «alarmante deterioro» de la libertad de expresión en Argentina.
La audiencia, que se realizará en Miami, busca visibilizar los 226 casos de agresiones a la prensa registrados en lo que va de 2025.
Un aumento del 53% en los ataques a periodistas
Las estadísticas presentadas ante la CIDH son contundentes: según el Monitoreo de Libertad de Expresión de FOPEA, en 2024 se detectaron 179 casos de ataques al periodismo, lo que representa un aumento del 53% respecto a 2023. La situación se agravó en 2025, con 226 agresiones registradas hasta septiembre, donde 111 casos -casi la mitad- provinieron directamente del presidente Javier Milei, según la información recabada por el medio C5N.
Testimonios de hostigamiento y ataques digitales
Entre los casos que se expondrán ante la comisión internacional figura el del periodista Hugo Alconada Mon, quien reveló que sufrió intentos de hackeo en sus cuentas de correo, WhatsApp y X tras investigar el Plan de Inteligencia Nacional. También testimoniarán la periodista Julia Mengolini, víctima de campañas de desprestigio mediante inteligencia artificial, y el fotógrafo Tomás Cuesta, quienes representan la diversidad de ataques que enfrentan los trabajadores de prensa en el país.
La solicitud de intervención internacional
Además, las organizaciones solicitarán a la CIDH que realice una visita oficial a Argentina. Esta petición incluye al relator para la libertad de expresión y tiene como objetivo elaborar un diagnóstico integral de la situación.
Por su parte, Paola García Rey, directora adjunta de Amnistía Internacional, destacó la necesidad de que «un periodista pueda informar sobre la situación de derechos humanos en el país sin temor a ser censurado y atacado». En este sentido, confió en que la mirada internacional puede ayudar a mejorar este crítico panorama.
En conclusión, con una audiencia histórica ante el principal organismo interamericano de derechos humanos, las organizaciones periodísticas buscan poner freno a lo que califican como un «deterioro sostenido y alarmante». Cabe señalar que esta situación está marcada por discursos estigmatizantes desde el más alto nivel del Estado.




