Pyongyang realizó este viernes un nuevo lanzamiento de misil balístico, provocando la inmediata reacción de Estados Unidos y sus aliados en la región.
Calificaron el hecho como una acción desestabilizadora para la seguridad internacional.
La respuesta del Comando Indo-Pacífico estadounidense
Tras el lanzamiento, el Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos emitió un comunicado oficial señalando que mantiene «estrecha comunicación» con sus aliados. Según la información difundida por el ejército estadounidense, aunque evaluaron que el misil «no representa una amenaza inmediata» para su territorio o el de sus aliados, el hecho «pone de relieve el impacto desestabilizador de las acciones de Corea del Norte». Las autoridades japonesas confirmaron que el proyectil cayó fuera de su zona económica exclusiva.
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Un escenario regional cada vez más complejo
El lanzamiento ocurre mientras Corea del Norte continúa fortaleciendo sus lazos con Rusia en el marco de la invasión a Ucrania, una alianza que preocupa a las potencias occidentales. Este nuevo ensayo misilístico de Pyongyang, combinado con los desarrollos militares en la región y las tensiones diplomáticas, configura un panorama de seguridad en el noreste asiático que se mantiene en estado de alta alerta, con Washington y sus socios monitoreando cada movimiento. Información extraída del medio DW.




