El presidente francés Emmanuel Macron confirmó este domingo la liberación de Camilo Castro, el ciudadano franco-chileno que permanecía detenido en Venezuela desde finales de junio.
A través de un mensaje en la red social X, el mandatario galo compartió «el alivio de sus seres queridos» y destacó el trabajo diplomático que permitió concretar su liberación. Según la información de la DW, de la cual se extrae este reporte, Castro ya se encuentra en un avión rumbo a Francia donde se reunirá con su familia en las próximas horas.
Un Caso con Final Feliz tras Cinco Meses
Camilo Castro, un profesor de yoga de 41 años, había desaparecido el 26 de junio en el puesto fronterizo de Paraguachón, entre Venezuela y Colombia, donde residía. Según su familia, se había acercado a la frontera para renovar su visado de residencia colombiano que había caducado. Su madre, Hélène Boursier, había manifestado en septiembre que no tenía noticias de él, excepto por un mensaje de audio recibido a finales de julio donde su hijo «pedía ayuda». Las investigaciones de Amnistía Internacional confirmaron que se encontraba detenido por las autoridades venezolanas.
El Rol Clave de la Diplomacia Francesa
El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, se sumó al anuncio de Macron confirmando que Castro se encuentra «seguro» en el vuelo que lo transporta de regreso a Francia. «Es el honor de nuestra diplomacia haber conseguido que salga de prisión», afirmó el canciller en su cuenta de X. Macron, por su parte, destacó el estilo de la diplomacia francesa: «Francia avanza a veces sin hacer ruido, pero siempre con determinación y sangre fría», escribió el presidente galo.
El Contexto de las Detenciones en Venezuela
Este caso se enmarca en un patrón denunciado por organizaciones de derechos humanos. En un informe publicado en julio, Amnistía Internacional había acusado a Venezuela de practicar «desapariciones forzadas» contra opositores y ciudadanos extranjeros. La organización señaló que las autoridades venezolanas parecen utilizar estas detenciones «como moneda de cambio en las negociaciones con otros países». La familia de Castro, si bien aliviada por su liberación, prometió continuar luchando por otros ciudadanos que permanecen en situación similar.




