El estreno del documental «50 segundos: el caso de Fernando Báez Sosa» en Netflix no solo revivió uno de los crímenes que conmocionó al país, sino que también generó nuevas controversias.
La intervención de Emilia Pertossi, hermana de Ciro y Luciano Pertossi -dos de los rugbiers condenados-, desató un aluvión de críticas por una frase que muchos consideraron una minimización del dolor de la familia de la víctima.
La Frase que Encendió las Redes
Durante su testimonio en la producción, la joven abogada, quien se graduó en 2022 y forma parte de la Comisión de Jóvenes y Noveles del Departamento Judicial Zárate-Campana, se refirió al impacto emocional que ha significado el proceso para su familia. Según puede verse en el documental de Netflix, Emilia afirmó: «No me quiero imaginar lo que es perder a un hijo, pero no es una competencia de qué dolor es más grande. Son distintos, muy distintos, pero es dolor». Esta declaración fue interpretada por miles de usuarios en redes sociales como un intento de equiparar el sufrimiento de los acusados con el de la familia Báez Sosa, lo que generó indignación inmediata.
El Contexto de su Declaración
En su participación, Pertossi también reconoció que se ha acostumbrado a las visitas a la unidad penitenciaria donde están sus hermanos, y admitió que «el dolor siempre está». Sin embargo, el foco quedó puesto en su comparación entre los distintos tipos de dolor, que para muchos espectadores resultó insensible hacia la pérdida irreparable que sufrió la familia de Fernando. Las reacciones no se hicieron esperar: «Sus palabras parecían minimizar el sufrimiento de la familia de la víctima», escribió un usuario, mientras otros cuestionaron el espacio mediático dado a los familiares de los condenados.
Las Otras Críticas al Documental
La polémica con la hermana de los Pertossi se enmarca en un cuestionamiento más amplio hacia la producción. Varios espectadores señalaron la omisión del testimonio de Virginia Pérez Antonelli, la adolescente que intentó salvar a Fernando con RCP durante los dramáticos momentos posteriores a la golpiza. Esta ausencia, sumada a la intervención de Emilia, amplificó el rechazo hacia lo que algunos consideran un tratamiento que podría estar balanceándose hacia la humanización de los victimarios por encima del recuerdo de la víctima.
El documental, lejos de cerrar heridas, demostró que el caso Báez Sosa sigue generando intensos debates sobre justicia, dolor y la forma en que la sociedad procesa estos trágicos sucesos, incluso años después de ocurridos. Información extraída del medio La17.




