Roberto Astete, secretario general de la Asociación del Personal Jerárquico Municipal, brindó detalles sobre la pauta salarial 2025 para el personal de planta permanente y transitoria. Además, señaló el reclamo por regularizar a los trabajadores precarizados.
La paritaria municipal de Comodoro cerró la semana pasada con un detalle más preciso de la pauta salarial 2025 para el personal de planta permanente y transitoria. “El principal problema que tenemos es el de los empleados precarizados”, advirtió Roberto Astete, secretario general de la Asociación del Personal Jerárquico Municipal.
Según explicó Astete, el incremento anual al básico será de 32,12%, que se completa en marzo. Este último tramo se compone de dos cuotas de 2,5%, una de 3% y una de 3,5%, totalizando un 12% adicional hacia fin de año. Cuando se suman los bonos acordados, el impacto global sobre la masa salarial asciende al 35%.
El esquema incluye dos bonos centrales: el del Día del Empleado Municipal, por $700.000 (una cuota de $400.000 este fin de mes y otra de $300.000 en febrero), y el bono de fin de año, de $400.000, que se abonará en diciembre.
“Lo interesante de esto es que de acá a marzo, todos los meses los trabajadores reciben una mejora -dijo Astete, en diálogo con Actualidad 2.0-. Si le ganamos o no a la inflación lo veremos al terminar el año, dependiendo de cuánto sea el índice final. Yo creo que vamos a estar justitos”, señaló, en referencia a la equiparación con el dato del INDEC.
En total, el personal de planta permanente y transitoria percibirá $1.100.000 en bonos entre diciembre y febrero. En cambio, los trabajadores precarizados —contratados, becados y órdenes de servicio— sólo recibirán una proporción del bono de fin de año, como ocurrió el año pasado, mientras que los jubilados volverán a quedar excluidos, un reclamo que los gremios no lograron incorporar en esta negociación.
El problema de los trabajadores precarios
El acuerdo dejó expuesto un problema estructural que los sindicatos consideran urgente: la precarización laboral dentro del municipio. Hoy, según precisó Astete, hay entre 2.300 y 2.400 empleados formales (planta permanente y transitoria).
A ellos se suman unos 250 contratados, un número no determinado de becados y un volumen creciente de trabajadores bajo órdenes de servicio, una modalidad que se renueva mes a mes y que ni siquiera aparece registrada en el censo municipal.
“Te hacen una orden de compra cada 30 días y se va renovando y son trabajadores sin ningún derecho, que dependen de la discrecionalidad de cada secretario para contratar o no”, explicó el dirigente.
“Es el principal problema que tenemos hoy, con una alta proporción de trabajadores precarizados, que además de los contratados y becados, ahora se suman los trabajadores por órdenes de servicio”, detalló.
Compromiso para regularizar el empleo municipal
Al contabilizar todas las categorías, el total de trabajadores municipales supera levemente los 3.000, pero sin datos exactos sobre cuántos de ellos están en condición precaria.
“No es un número alocado”, dijo, en referencia a la cantidad de empleados municipales, al recordar que el número ideal es de entre 1 y 1,5% sobre la población total.
Astete aseguró que hace más de tres años no se realizan pases a planta y que el Ejecutivo asumió un “semicompromiso” para empezar a regularizar en 2025, además de frenar la incorporación de nuevo personal precarizado.
También indicó que “mucha gente ha sido dejada cesante en el municipio, hay un imaginario de que no se despide a nadie, pero en el último año hubo 140 bajas”, describió.
Por último, el dirigente gremial adelantó que impulsarán un proyecto de emergencia salarial en la audiencia pública del Presupuesto, el próximo 1 de diciembre, como marco para profundizar esa discusión.




