La Casa Rosada evalúa aplazar los cambios jubilatorios y el organismo enfrenta tensión financiera y política.
El Gobierno nacional analiza la posibilidad de postergar la reforma previsional que impulsa el presidente Javier Milei, ante un escenario económico restrictivo y el impacto político que podría tener la medida. En paralelo, el PAMI enfrenta un delicado panorama financiero mientras intenta sostener las prestaciones médicas y sociales para sus más de cinco millones de afiliados.
Según admiten en Casa Rosada, los plazos del mercado laboral y el calendario electoral podrían llevar la discusión sobre la nueva ley jubilatoria a un eventual segundo mandato presidencial. “Las transformaciones estructurales no tendrán efecto inmediato”, reconocen desde el entorno oficial, al tiempo que remarcan que el debate se retomará con una visión “a largo plazo”.
Déficit y ajustes en el sistema previsional
El PAMI, pieza clave del sistema social argentino, atraviesa un déficit que actualmente se cubre con transferencias del Tesoro Nacional. Desde la conducción del organismo señalaron que “se está haciendo el máximo esfuerzo para ser autosustentables sin perder prestaciones”, aunque reconocen que la caída en la actividad económica y el envejecimiento de la población agravan el escenario.
De acuerdo con la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), entre enero y septiembre de 2025 la Seguridad Social acumuló un déficit de 4,5 billones de pesos, en contraste con el equilibrio fiscal alcanzado el año anterior.
La política de reducir el listado de medicamentos con cobertura total se mantendrá, mientras que el foco estará puesto en optimizar licitaciones y contratos, especialmente en insumos médicos, hemodinamia y pañales para adultos mayores.
Cambios operativos y disputas internas
El nuevo sistema de entrega domiciliaria de pañales permitió al PAMI proyectar un ahorro estimado de 5.000 millones de pesos, aunque persistieron reclamos por falta de insumos en hospitales y centros asociados, como el caso del Hospital Español, donde se denunciaron carencias básicas.
En el plano político, la amplia estructura del organismo —con más de 600 agencias en todo el país— sigue siendo un foco de tensiones internas dentro del oficialismo. Las diferencias entre el asesor presidencial Santiago Caputo y el dirigente Eduardo “Lule” Menem motivaron un comunicado oficial que buscó cerrar especulaciones:
“Las delegaciones del PAMI no serán más una caja negra al servicio de la política”, expresó el texto difundido por el Gobierno.
Mientras tanto, el titular del PAMI, Esteban Leguízamo, firmó junto al gobernador entrerriano Rogelio Frigerio la transferencia del Hospital De la Baxada de Paraná a la provincia, medida que podría replicarse en otros establecimientos, como el Hospital del Bicentenario de Ituzaingó, según informó Radio 3.




