La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner presenta una evolución clínica favorable tras su cirugía de apendicitis, pero continuará internada en el Sanatorio Otamendi para completar su tratamiento.
Según el nuevo parte médico, la paciente no presenta fiebre y está bajo tratamiento antibiótico y drenaje peritoneal, aunque se mantendrá hospitalizada hasta la resolución completa del cuadro, pasando así las fiestas en la clínica.
El informe, según la publicación de la Agencia Noticias Argentinas (NA), confirma que a la exmandataria se le practicó una tomografía computada que ratificó el diagnóstico inicial de «apendicitis aguda con peritonitis localizada». La evolución se considera positiva y dentro de los parámetros esperables, aunque la naturaleza de la afección requiere una observación médica estricta y prolongada.
Detalles del tratamiento y la prolongación de la internación
El parte médico oficial, firmado por la directora médica del Sanatorio Otamendi, detalla el esquema de cuidados que explica la prolongada hospitalización. La exmandataria continúa con tratamiento antibiótico por vía endovenosa y mantiene un drenaje peritoneal, procedimientos estándar y necesarios para este tipo de cuadros.
Los médicos del centro de salud han sido enfáticos en que no se ha establecido una fecha de altay que la internación se mantendrá «hasta completar el tratamiento pertinente». Esta decisión responde a criterios médicos conservadores destinados a minimizar cualquier riesgo asociado a la peritonitis, una inflamación que, si no se controla adecuadamente, puede generar complicaciones. Se estima que el período de recuperación total podría extenderse entre cinco y siete días.
Contexto: Desde el domicilio judicial al sanatorio
El sábado 20 de diciembre, fuertes dolores abdominales en su domicilio de Constitución llevaron a la internación de Cristina Kirchner. Allí cumple prisión domiciliaria. Los médicos que la asistieron evaluaron su estado y determinaron que necesitaba un traslado urgente al Sanatorio Otamendi. Para ello, las autoridades obtuvieron la autorización judicial correspondiente.
En la clínica, un equipo médico la sometió a una cirugía laparoscópica de urgencia. La intervención transcurrió sin inconvenientes y confirmó el diagnóstico inicial. Desde esa noche, los profesionales monitorean su evolución a través de partes oficiales. Hasta ahora, estos informes no registran fiebre ni complicaciones postoperatorias.
Ahora, su recuperación avanza según lo previsto, aunque con la cautela que demanda su cuadro. Pasará la Navidad internada, bajo una supervisión médica estricta. En los próximos días, los médicos definirán el alta, una vez que ellos mismos consideren que su estado se estabilizó por completo.




