El Ministerio de Defensa de Rusia informó que sus sistemas antiaéreos derribaron 93 drones ucranianos durante la noche sobre cuatro regiones del país y las aguas de los mares Negro y de Azov, en uno de los mayores ataques con drones registrados hasta ahora.
El parte militar ruso detalló que el mayor número de interceptaciones se produjo sobre la región fronteriza de Bélgorod, donde fueron destruidos 45 aparatos no tripulados. Según informó el medio internacional DW, el ataque provocó la suspensión temporal de operaciones en varios aeropuertos del centro de Rusia.
La distribución geográfica de los derribos
Según el reporte oficial del mando militar ruso, además de los 45 drones abatidos en Bélgorod, otros 28 fueron interceptados sobre las aguas de los mares Negro (20) y de Azov (8). Las regiones de Krasnodar registraron 9 derribos, Nizhni Nóvgorod 7 y Vorónezh 4, completando el total de 93 drones ucranianos destruidos durante la ofensiva nocturna. Esta distribución muestra un patrón de ataque que busca afectar tanto regiones fronterizas como territorios más profundos dentro de Rusia.
El impacto en la infraestructura civil
Como consecuencia del masivo ataque con drones, las autoridades rusas suspendieron temporalmente las operaciones de los aeropuertos de Nizhni Nóvgorod, Tambov y Penza, afectando la conectividad aérea en el centro del país. Estas medidas preventivas reflejan la creciente capacidad de las fuerzas ucranianas para proyectar ataques aéreos a distancias considerables dentro del territorio ruso, generando disrupciones significativas en la vida civil y las operaciones logísticas.




