El aislamiento aéreo de Venezuela se profundizó este jueves con nuevas cancelaciones de rutas internacionales hacia Caracas.
Alertas de seguridad emitidas por autoridades aeronáuticas de Estados Unidos y España, vinculadas al incremento de la actividad militar en la región, siguen generando un efecto dominó que reduce drásticamente la conectividad del país. El principal aeropuerto venezolano opera con una oferta mínima de vuelos.
Cancelaciones en cadena por «inestabilidad» y alertas oficiales
La aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA) anunció la suspensión «preventiva» de sus vuelos desde y hacia Caracas para este 4 de diciembre, citando «reportes de inestabilidad» en las señales de navegación aérea. La medida se suma a las ya adoptadas por las panameñas Copa Airlines y su filial Wingo, que extendieron la suspensión de sus operaciones hasta el 12 de diciembre.
Estas decisiones responden a alertas formales. Por un lado, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos instó a «extremar la precaución» en el espacio aéreo venezolano debido al «aumento de la actividad militar». Por otro, la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) emitió una «alta recomendación» para no sobrevolar el país, lo que llevó a la aerolínea venezolana Laser a cesar sus vuelos a Madrid hasta el 8 de diciembre por «causa de fuerza mayor».
La tensa espera en el aeropuerto de Maiquetía
La situación ha dejado al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía en un estado de operación limitada. Según su página web, para este jueves solo estaban programados 10 vuelos internacionales (5 salidas y 5 llegadas), un número muy reducido comparado con la operación normal. Entre las salidas figuran vuelos de aerolíneas nacionales como Avior hacia Curazao y Bogotá, y de Conviasa a Cuba.
La respuesta del gobierno venezolano ha sido de firmeza. El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) había dado 48 horas a las aerolíneas panameñas para retomar operaciones, plazo que no fue acatado. Anteriormente, Caracas ya había revocado los permisos de otras compañías como Iberia, Air Europa, Avianca y Latam, acusándolas de sumarse a «acciones de terrorismo de Estado» promovidas por Estados Unidos.
El trasfondo geopolítico del conflicto aéreo
Este masivo retiro de aerolíneas no es un hecho aislado, sino la consecuencia directa de la escalada de tensiones militares en el Caribe. Estados Unidos mantiene desde agosto un despliegue de buques y aviones de combate en la zona, que justifica como parte de la lucha antinarcóticos. Venezuela, en cambio, denuncia que se trata de maniobras destinadas a derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El resultado es una crisis de conectividad que aísla aún más a Venezuela y afecta directamente a los pasajeros, a quienes las aerolíneas ofrecen reprogramaciones o reembolsos. Mientras las alertas de seguridad aérea se mantengan, la incertidumbre sobre la recuperación de los vuelos internacionales seguirá creciendo. Información extraída del medio DW.




