La aerolínea estatal colombiana Satena anunció este jueves la suspensión temporal de sus vuelos hacia y desde Valencia, Venezuela, citando problemas técnicos de seguridad.
La medida, que se suma a cancelaciones de otras compañías, se toma en medio de la tensión regional tras las advertencias del presidente estadounidense Donald Trump sobre el espacio aéreo venezolano. Según informó el portal internacional DW, la decisión responde a reportes de «intermitencias» en los sistemas de navegación satelital que representan un riesgo para las operaciones.
Motivos de seguridad y tensión en el Caribe
En un comunicado, Satena explicó que la suspensión es una «medida preventiva» adoptada por «las mejores prácticas de seguridad aérea» para proteger a pasajeros, tripulación y operación. La compañía señaló que existen reportes de interferencias en los sistemas de navegación satelital utilizados por las aeronaves, condiciones que exigen verificar la estabilidad de los servicios en la región antes de reanudar los vuelos.
Esta acción se produce en un contexto de alta tensión. La semana pasada, Trump advirtió en sus redes sociales que las aerolíneas debían considerar «cerrado en su totalidad» el espacio aéreo sobre Venezuela. Previamente, la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA) ya había instado a extremar precauciones al sobrevolar el área. Estas declaraciones han llevado a que una decena de aerolíneas, como Iberia, Avianca y Turkish Airlines, cancelen o suspendan sus servicios con el país.
Posición del Gobierno colombiano y alternativas de viaje
La medida de Satena contrasta con la postura pública del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien ha sostenido que no hay peligro en volar a Venezuela y ha calificado el cierre del espacio aéreo decretado por Trump como «completamente ilegal». Petro incluso ha afirmado que el mandatario estadounidense no tiene «derecho» de vetar los vuelos.
Con los cielos prácticamente cerrados, la frontera terrestre entre Colombia y Venezuela se ha convertido en una de las pocas puertas de entrada y salida. En ciudades como Cúcuta, principal paso fronterizo, las autoridades reportan normalidad en el movimiento de personas, aunque monitorean la situación por si se produce un aumento en el flujo de viajeros que opten por la vía terrestre. Las autoridades locales y de migración tienen planes de contingencia actualizados para una posible emergencia migratoria.
La suspensión de Satena refleja cómo la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela tiene repercusiones concretas en la conectividad aérea regional, priorizando criterios de seguridad operativa. Mientras las aerolíneas internacionales evalúan los riesgos, la vida en la frontera terrestre continúa, con Colombia preparándose para diversos escenarios en medio de una crisis que mantiene en vilo a la región.




