La investigación retoma el foco en el departamento ligado a Cristina Kirchner.
La causa de los cuadernos volvió a colocar bajo la lupa el departamento ubicado en Juncal y Uruguay, en Recoleta, donde según la Justicia, funcionó uno de los principales centros de acopio de bolsos y valijas con dinero ilegal atribuida a ex funcionarios del kirchnerismo. La información se extrajo de Agencia NA.
El inmueble, en el quinto piso, está señalado como un eslabón central del esquema de recaudación narrado por Oscar Centeno, exchofer de Roberto Baratta, cuyas anotaciones impulsaron la investigación judicial.
Un departamento señalado como escala del dinero ilícito
De acuerdo con la acusación, el departamento funcionó durante años como punto intermedio donde se almacenaban bolsos y valijas cargados con dólares provenientes de contratistas del Estado. Durante la instrucción, el fallecido juez Claudio Bonadio definió a Néstor y Cristina Kirchner como jefes de una asociación ilícita que recibía pagos ilegales a través de funcionarios de extrema confianza.
La investigación determinó que solo en ese domicilio se realizaron 87 entregas, por un total estimado de 69,7 millones de dólares. Esa conclusión surgió de reconstrucciones basadas en múltiples elementos, entre ellos los trayectos nocturnos que Centeno detalló en sus cuadernos.
El cambio de circuito tras la muerte de Néstor Kirchner
Centeno describió que, después de 2010, el destino de los bolsos dejó de ser Juncal y Uruguay y pasó a ser la casa de Baratta en Belgrano. Desde allí, según su declaración como arrepentido, el dinero volvía a circular hacia otros puntos, incluida la Quinta de Olivos.
Aseguró que el departamento de Recoleta fue durante años un eslabón estable del circuito. Su relato fue reforzado por otros imputados colaboradores que aportaron detalles sobre la mecánica de entregas, pesos de los bolsos y frecuencia de los traslados.
Testimonios que ampliaron la estructura del circuito
Claudio Uberti, ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales, declaró haber entregado bolsas de más de diez kilos en el departamento tras reuniones con empresarios. Relató haber visto alrededor de veinte valijas repletas y sostuvo que Daniel Muñoz, secretario privado de Néstor Kirchner, era el encargado de recibir esos fondos.
Uberti aseguró que parte del dinero tenía como destino Río Gallegos, donde —según testificó— existían bóvedas que habían sido adquiridas al Banco Hipotecario. Incluso recordó que Muñoz bromeó en una oportunidad con “abrir un negocio de valijas” ante el volumen recibido.
El ex secretario de Obras Públicas, José López, también mencionó el mismo domicilio: indicó que en 2007 se entregaron allí cerca de ocho millones de dólares vinculados a recaudaciones por obras viales.
Un inmueble con antecedentes en la trama kirchnerista
El requerimiento de elevación a juicio del fiscal Carlos Stornelli sostuvo que, aunque el departamento dejó de utilizarse tras la muerte de Néstor Kirchner, el flujo de dinero continuó y mantuvo como destinataria final a Cristina Fernández.
La propiedad ya tenía antecedentes en causas judiciales: en 2009, Austral Construcciones, empresa del santacruceño Lázaro Báez, alquiló el departamento por seis meses a través de la inmobiliaria de Máximo Kirchner.
El departamento de Juncal y Uruguay vuelve a aparecer como un nudo central en el entramado que investiga la Justicia, una pieza que reactualiza la ruta del dinero descrita en los cuadernos de Oscar Centeno y que tensará nuevamente el juicio oral que se avecina




