China volvió a elevar la presión militar en el estrecho de Taiwán con nuevos ejercicios de fuego real que incluyeron operaciones aéreas y navales de gran escala
Las maniobras, que se desarrollaron al norte y suroeste de la isla, coincidieron con un fuerte respaldo público de Rusia a la posición de Beijing sobre la soberanía taiwanesa, según Noticias Argentinas.
China despliega un operativo militar de gran alcance
El Comando del Teatro de Operaciones Oriental del Ejército Popular de Liberación llevó adelante un entrenamiento que combinó destructores, fragatas, cazas, bombarderos y drones, junto con lanzamientos de cohetes de largo alcance.
De acuerdo con la información difundida por Xinhua y replicada por Noticias Argentinas, los ejercicios se enfocaron en la detección y neutralización de objetivos en mar y aire, además de simulacros de ataques contra posiciones terrestres. El objetivo central fue evaluar la capacidad de coordinación integrada y el control operativo de las tropas.
Advertencia de Beijing ante cualquier provocación
Durante una conferencia de prensa, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, sostuvo que cualquier acción que China considere una provocación en torno a Taiwán recibirá una respuesta firme. También afirmó que los intentos de frenar los planes de reunificación “están destinados al fracaso”, en referencia a los ejercicios denominados “Misión Justicia 2025”.
Rusia reafirma su apoyo a la postura china
En paralelo, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, reiteró que Moscú considera a Taiwán como parte integral de China y rechaza cualquier forma de independencia. En una entrevista con la agencia TASS, señaló que esta posición es “bien conocida e invariable”.
Lavrov también advirtió que el avance de Japón hacia una mayor militarización podría generar un impacto negativo en la estabilidad de la región, sumando otro elemento de tensión al escenario asiático.
Las maniobras chinas, el respaldo explícito de Rusia y las advertencias diplomáticas configuran un panorama de creciente presión en el estrecho de Taiwán, una zona que vuelve a posicionarse como uno de los puntos más sensibles del tablero geopolítico mundial.




