Alerta cardiovascular: un estudio revela alta prevalencia de colesterol genético en Argentina.
Un nuevo estudio multicéntrico realizado en Argentina encendió una señal de alerta en materia de salud cardiovascular: uno de cada tres adultos presenta niveles elevados de lipoproteína(a) —conocida como Lp(a)—, un tipo de colesterol determinado genéticamente y asociado a un mayor riesgo de infarto, ACV y otras enfermedades del corazón. La información se desprende de lo publicado por Infobae y marca un hito en la investigación nacional, ya que se trata del análisis más amplio realizado hasta el momento.
El primer gran estudio nacional sobre Lp(a)
La investigación, publicada en la revista científica Atherosclerosis, involucró a 3.000 personas de hospitales públicos y privados de seis regiones del país. Fue liderada por el especialista Pablo Corral, ex presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos, quien destacó que el 31,4% de los argentinos presenta niveles elevados de este marcador genético.
Los resultados muestran que la prevalencia local supera la media mundial, estimada entre 20% y 25%, lo que posiciona a la Lp(a) como un factor de riesgo aún más crucial para la población argentina.
¿Qué es la lipoproteína(a) y por qué preocupa?
La Lp(a) es una variante del colesterol que no depende del estilo de vida, sino de la genética. Por eso, ni la alimentación, ni el ejercicio, ni los hábitos saludables logran modificarla.
Su presencia elevada aumenta significativamente la probabilidad de desarrollar aterosclerosis, sufrir un infarto, un accidente cerebrovascular o presentar estenosis en la válvula aórtica.
Corral explicó que la lipoproteína pequeña A funciona como un “reclasificador del riesgo”: una persona con riesgo bajo pasa a riesgo intermedio si la tiene elevada, y alguien con riesgo intermedio puede ascender a alto riesgo cardiovascular.
La importancia de medir la Lp(a) al menos una vez en la vida
Pese a su relevancia, la medición de Lp(a) no forma parte de los controles rutinarios. Los especialistas recomiendan realizarla por lo menos una vez en la vida, especialmente en personas con antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
La prueba es simple, no requiere ayuno y puede realizarse en cualquier laboratorio certificado.
Aunque todavía no existe un tratamiento específico aprobado, se están desarrollando terapias de última generación en estudios de fase tres, con participación argentina, que podrían estar disponibles próximamente para quienes ya hayan sufrido un evento cardiovascular.
Resultados que revelan diferencias regionales y familiares
El estudio también mostró variaciones según la zona del país:
- Noroeste: 20,8% de prevalencia
- Noreste: 36,5% de prevalencia
En quienes tenían Lp(a) elevada, la enfermedad arterial coronaria alcanzó el 18,4%, frente al 12,5% de quienes tenían valores normales.
La tasa de eventos cardiovasculares adversos mayores fue del 21,3% frente al 14,8%, marcando una diferencia que subraya la urgencia del diagnóstico temprano.
Un aporte argentino a la ciencia internacional
El Grupo Argentino Estudio Lp(a) (GAELp(a)) se consolidó como una referencia latinoamericana en la materia, aportando datos que antes provenían casi exclusivamente de Europa y Estados Unidos.
Editorialistas de la Universidad Johns Hopkins destacaron que la Lp(a) “pasó de ser una lipoproteína poco conocida a un determinante central del riesgo cardiovascular residual”.
El avance argentino demuestra que la región puede generar evidencia científica de primer nivel, especialmente cuando equipos multidisciplinarios trabajan con consistencia y colaboración.
La alta prevalencia de lipoproteína(a) en Argentina abre una oportunidad para reforzar la prevención cardiovascular y promover el acceso a un estudio simple que podría salvar vidas. Detectarla a tiempo es clave para ajustar tratamientos y reducir riesgos en una población donde este marcador genético está mucho más presente de lo que se pensaba.




