La ciudad de Esquel atraviesa uno de los escenarios más delicados de los últimos años debido a la falta de agua.
La combinación de un invierno seco, sin nevadas significativas, y lluvias muy por debajo de lo normal encendió las alarmas de las autoridades locales. En este contexto, se implementaron medidas excepcionales para garantizar el abastecimiento, incluyendo controles más estrictos y multas duplicadas por el uso indebido del recurso, según ADNSUR.
Situación crítica en el abastecimiento
Desde la Cooperativa 16 de Octubre y el municipio se advirtió que la situación es crítica. “La sequía es extrema”, señalaron, y ya se registra una disminución visible en los caudales de donde se capta el agua potable. Las cisternas no logran recuperar niveles adecuados, lo que compromete el suministro regular en distintos sectores de la ciudad, especialmente en los barrios ubicados en zonas altas.
Intensificación de controles y sanciones
Inspectores municipales, en conjunto con la cooperativa, recorrerán distintos puntos de Esquel para detectar derroches. Quienes incumplan las normas vigentes enfrentarán sanciones más severas, con multas duplicadas por riego o usos indebidos.
Las autoridades remarcaron que el cuidado del agua es responsabilidad de todos y recordaron que solo está permitido regar de 6 a 8 y de 21 a 24 horas. Fuera de esos horarios está prohibido regar, llenar piletas, lavar autos y veredas.
Emergencia hídrica aprobada por el concejo
El 20 de noviembre de 2025, el Concejo Deliberante de Esquel aprobó la emergencia hídrica por cuatro meses, con posibilidad de prórroga si el Ejecutivo municipal lo define a partir de recomendaciones del COEM.
Entre los fundamentos de la ordenanza se mencionan:
- La escasez de lluvias y nieve.
- El pronóstico de un verano seco y caluroso.
- El aumento del riesgo de incendios forestales.
- La baja en el caudal de la laguna Willmanco y el arroyo Esquel.
La normativa priorizó el uso del agua para consumo humano y sanitario, obliga al municipio a realizar campañas de concientización y autoriza gestiones de fondos para garantizar el suministro, sobre todo en sectores vulnerables. También habilitó compras y contrataciones urgentes y exige un informe final al Concejo una vez finalizada la emergencia.
Durante el debate, la concejal Silvana Sánchez Albornoz planteó reparos al enfoque de las sanciones y sostuvo que “se traslada el costo y la responsabilidad de la sequía al vecino”. Además, señaló la falta de controles efectivos y remarcó que “la sequía vino para quedarse”.
Mientras la emergencia rige hasta marzo de 2026, con posibilidad de revisión, las autoridades insisten en que cuidar el agua es responsabilidad de todos. En un escenario de escasez prolongada, cada uso cuenta y la concientización aparece como la herramienta más efectiva para garantizar el abastecimiento y evitar que la crisis se profundice.




