La sequía amenaza el riego y la producción en el Valle Inferior por la sequía en el río Chubut. La falta de nieve y lluvias genera alarma entre productores y especialistas. El invierno 2025 se presenta crítico en la Patagonia argentina. La escasez de lluvias y nieve afecta no solo al turismo, sino que ahora golpea de lleno al corazón productivo de Chubut: el río que abastece al Valle Inferior se encuentra con un caudal drásticamente reducido. La situación enciende alertas en el sector agropecuario, que ya ve comprometida la próxima temporada de riego y teme un escenario similar —o incluso peor— al que se vivió en 2022.
Según informó LM Neuquén, el cauce del río Chubut atraviesa una baja histórica en su nivel, afectando la generación hidroeléctrica y el abastecimiento para distintas localidades y zonas rurales, tanto aguas arriba como aguas abajo del dique Florentino Ameghino.
El río Chubut se secó y se convierte en una amenaza directa al riego y la producción
Los productores del área de 28 de Julio, ubicada al oeste de Trelew, han manifestado una creciente preocupación. La combinación de la falta de nieve en la cordillera con la sequía que ya comienza a extenderse desde el río Colorado hacia el sur, configura un panorama preocupante. Si bien el invierno no es temporada de riego, la demanda de agua del dique se mantiene constante debido a su uso para la generación de energía hidroeléctrica.
El dique Florentino Ameghino, ubicado a 140 kilómetros de Trelew, regula el caudal del río sobre una vasta zona agrícola donde predomina la producción forrajera, además de la ganadería, fruticultura y horticultura. Desde el sector ya se iniciaron contactos con la Compañía de Riego y el Instituto Provincial del Agua (IPA) en busca de medidas anticipadas para enfrentar una posible emergencia hídrica desde la primavera.
Ya se había adelantado en 2022
Esta situación no es nueva para la provincia. En 2022, un informe técnico elaborado por el Comité de Cuenca del Río Chubut alertaba sobre una emergencia hídrica sostenida. El documento, elevado a la Legislatura de Chubut, señalaba que tanto la cuenca del Chubut como la del Senguer mostraban precipitaciones y caudales muy por debajo del promedio histórico.
La doctora Natalia Pessacg, investigadora del Conicet e integrante del grupo técnico, explicó que la región está atravesando una tendencia de disminución constante en la precipitación, agravada por el cambio climático. “La precipitación fue un 85% menor a lo normal en la naciente del río Chubut y un 55% en el Senguer entre octubre de 2023 y octubre de 2024”, detalló.
Pessacg subrayó que esta disminución no es aislada. “Los caudales anuales del río Chubut están por debajo del promedio desde 2010 y en el Senguer, desde 2015. Esto afecta de forma directa la disponibilidad de agua”, concluyó.
Un futuro inmediato incierto
La conjunción entre condiciones climáticas extremas, una tendencia decreciente en las precipitaciones y el uso sostenido del recurso para fines energéticos configura un escenario desafiante para el sur del país. Con la llegada de la primavera y el verano, la situación podría agravarse aún más si no se toman medidas de contingencia.
Productores, instituciones y organismos provinciales se encuentran en estado de alerta y reclaman acciones coordinadas que garanticen el riego y el abastecimiento de agua para las próximas campañas productivas.