La tensión entre Estados Unidos y Venezuela volvió a escalar luego de que el presidente Donald Trump confirmara que las operaciones contra cárteles del narcotráfico comenzarán “muy pronto” y no se limitarán al espacio aéreo
Según DW, el mandatario aseguró que las fuerzas estadounidenses están listas para actuar también en territorio venezolano.
Durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, Trump destacó que operar en tierra permite mayor efectividad para detectar y neutralizar a las redes criminales. Afirmó que su gobierno conoce “las rutas, los movimientos y los lugares donde operan los narcotraficantes”, por lo que las acciones se ampliarán más allá de los ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico.
El presidente reiteró su advertencia a pilotos y aerolíneas estadounidenses: deben considerar el espacio aéreo venezolano “cerrado en su totalidad”, una señal que profundiza la escalada diplomática y militar entre ambos países.
El marco de la operación Lanza del Sur
Los eventuales ataques terrestres se sumarían a la operación Lanza del Sur, una ofensiva que según Washington ya logró destruir más de veinte embarcaciones utilizadas para el tráfico de drogas y dejó más de 80 presuntos narcotraficantes muertos.
La estrategia, de alcance regional, busca cortar los corredores utilizados por organizaciones criminales que operan tanto en el Caribe como en el Pacífico, un eje que Washington considera clave para reducir el flujo de estupefacientes hacia su territorio.
Venezuela reautoriza vuelos de deportación
A pesar de las amenazas militares y la tensión política, el gobierno de Nicolás Maduro autorizó nuevamente los vuelos de deportación procedentes de Estados Unidos. La medida había sido suspendida luego de las advertencias de Trump sobre el cierre del espacio aéreo venezolano.
El Ministerio de Transporte venezolano informó que la autoridad aeronáutica recibió la solicitud de Washington para reanudar los vuelos de repatriación. Por el momento, Caracas permitirá el arribo de dos vuelos semanales operados por Eastern Airlines, los miércoles y los viernes.
Según cifras del propio régimen venezolano, este año ya se registraron cerca de 75 vuelos con un total de 13.956 migrantes deportados desde Estados Unidos.
Mientras Washington afina una ofensiva ampliada contra cárteles del narcotráfico, Venezuela mantiene parcialmente abiertos los canales migratorios con Estados Unidos. Un escenario que conjuga tensión militar, disputa política y desplazamientos forzados en medio de una crisis regional cada vez más compleja.




