El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, respondió con firmeza a la amenaza de Donald Trump de excluir a su país de la Cumbre del G20 de 2026 en Miami.
Según informó Deutsche Welle, el mandatario sudafricano calificó de «desinformación flagrante» y «acusaciones infundadas y falsas» los argumentos esgrimidos por Trump para justificar dicha exclusión.
Una réplica al acusar a Trump de basarse en «afirmaciones falsas»
Durante un discurso a la nación, Ramaphosa respondió directamente a las declaraciones de Trump de la semana pasada: «El presidente Donald Trump afirmó que Sudáfrica no sería invitada a participar en el G20 que se celebrará en Estados Unidos. Repitió afirmaciones falsas sobre un supuesto genocidio contra los afrikáners y la confiscación de tierras a personas blancas en nuestro país». Estas acusaciones, señaló el presidente sudafricano, carecen de pruebas fehacientes.
La defensa de la membresía sudafricana y el boicot previo de EE.UU.
Ramaphosa subrayó el estatus de Sudáfrica como miembro fundador del G20 y reafirmó que continuará participando «como miembro pleno, activo y constructivo». Este episodio se enmarca en una tensión bilateral que se profundizó cuando Estados Unidos boicoteó la cumbre de líderes del G20 celebrada en Johannesburgo los días 22 y 23 de noviembre, a pesar de ser el país que asumía la presidencia rotatoria del grupo tras Sudáfrica.
Un traspaso de presidencia marcado por el desaire diplomático
La tensión fue tal que Sudáfrica se negó a realizar el tradicional traspaso simbólico de la presidencia del G20 durante la clausura de la cumbre en Johannesburgo. En su lugar, el acto se llevó a cabo días después, de manera discreta, en el Departamento de Relaciones Internacionales en Pretoria, después de que Washington designara a un funcionario de bajo rango para recoger el testigo, un movimiento interpretado como un desaire diplomático.
Ramaphosa mantiene la puerta abierta al diálogo con «respeto»
Pese al tono firme de su discurso, Ramaphosa afirmó el compromiso de su Gobierno de seguir dialogando con la Administración estadounidense «con respeto y dignidad». «Como países soberanos iguales, valoramos al Gobierno y al pueblo de Estados Unidos. Como socios, compartimos intereses, valores y el deseo de promover la prosperidad», señaló el mandatario sudafricano.
Con esta respuesta, Sudáfrica deja claro que no aceptará exclusiones basadas en lo que considera falsedades, defendiendo su lugar en el principal foro económico global. La disputa expone una nueva grieta en las relaciones entre Washington y Pretoria, que ahora deberán navegar esta tensión mientras intentan mantener una cooperación esencial en otros frentes.




