El talentoso volante Valentín «Colo» Barco habló sin tapujos sobre su conflictiva salida de Boca Juniors hace dos años y tuvo duras palabras hacia la dirigencia de Juan Román Riquelme. «El hincha se dio cuenta de cómo fueron las cosas», afirmó el ahora jugador de Racing de Estrasburgo, en declaraciones que reavivan una polémica nunca cerrada.
La salida de Barco de La Bombonera a comienzos de 2024, tras ejecutar una cláusula de rescisión por 10 millones de dólares para fichar por el Brighton inglés, generó un terremoto institucional. Según TyC.
Riquelme, entonces presidente del Consejo de Fútbol, criticó públicamente la decisión del jugador, marcando un punto de quiebre. A casi dos años, Barco rompió su silencio en una extensa entrevista, dando su versión de los hechos y respondiendo a las acusaciones.
La respuesta a Riquelme y el agradecimiento a la hinchada
Consultado específicamente por las declaraciones de Riquelme, quien en su momento dijo que lo que Barco había hecho «está muy mal», el futbolista de 21 años mostró frialdad. «No me generó nada lo que dijo porque no me esperaba nada, entonces no me sorprendió», afirmó Barco, quitándole dramatismo al episodio.
Sin embargo, sí tuvo palabras cálidas para el sentimiento de la gente. «En ese momento el hincha se dio cuenta y estoy muy agradecido con ellos porque siempre me bancaron a muerte», señaló, sugiriendo que los simpatizantes xeneizes comprendieron las circunstancias complejas que rodearon su partida. Este agradecimiento contrasta con su visión de la dirigencia.
El teléfono que no sonaba: el intento fallido de quedarse
Uno de los relatos más contundentes de Barco refiere a sus últimos días en el club. El jugador reveló que, contrario a la idea de una salida apresurada, su entorno buscó activamente negociar una continuidad.
«Los últimos días antes de irme había llamado a los del Consejo de Fútbol y no me contestó nadie», aseguró, pintando un cuadro de desinterés por parte de la conducción. Esta falta de comunicación fue determinante: «Yo llamaba porque la idea nuestra era seguir seis meses o un año más en Boca», explicó, dejando claro que su prioridad no era huir inmediatamente a Europa.
Sobre un posible cruce directo con Riquelme, Barco fue terminante: «No le contestaría nada porque no vale la pena meterme ahí». Con esta frase, el exlateral izquierdo elige cerrar ese capítulo de reproches, aunque sin dar su brazo a torcer sobre lo sucedido.
Mirada al futuro: felicidad en el presente y puertas abiertas a un regreso
Hoy, consolidado en el fútbol europeo con el Estrasburgo francés, Barco hace un balance positivo. «Estoy feliz por mi presente y porque se dieron cuenta de cómo fueron las cosas», sostuvo, cerrando el tema con la sensación de que, con el tiempo, su postura se vindicó.
Pese al desgaste de su salida, el jugador no cierra definitivamente la puerta a un regreso a La Ribera, un sentimiento que suele ser común entre los ídolos que parten. «Como dije antes, me encantaría volver en un futuro porque estoy muy agradecido con la gente y me gustaría devolverles todo el cariño que me dieron», confesó.
La entrevista de Valentín Barco desempolva uno de los divorcios más sonados del fútbol argentino reciente. Sus declaraciones, marcadas por una frialdad hacia la dirigencia de entonces y un profundo agradecimiento a la hinchada, dejan en claro que las heridas de aquella ruptura tardan en cicatrizar. Mientras Barco construye su carrera en Europa, su historia sirve como recordatorio de cómo los malos manejos institucionales pueden acelerar la salida de las joyas más preciadas del fútbol local.




