La crítica situación de falta de agua potable que atraviesa la localidad de Cholila amenaza con llevarse puesto su evento más emblemático: la Fiesta Nacional del Asado.
Ante la persistente escasez del recurso en decenas de hogares, la comunidad ha iniciado un petitorio formal y una campaña en redes sociales para solicitar la suspensión de la edición 2026 de la fiesta, prevista para fin de enero. Los vecinos argumentan que es imposible pensar en una celebración masiva cuando las familias no tienen garantizado el acceso básico al agua para consumo e higiene.
Un reclamo nacido de la emergencia cotidiana
El reclamo no surge de la nada, sino de una emergencia hídrica concreta que se extiende por varios días. «Falta agua en todas las casas», expresaron con crudeza los vecinos impulsores de la iniciativa, según Red43. La indignación crece ante la contradicción de sufrir cortes o suministro deficiente en los hogares mientras, paralelamente, se organiza un evento que atraerá a miles de turistas y demandará una enorme cantidad del recurso escaso.
Con las temperaturas en ascenso y el inicio de la temporada alta, la presión sobre la ya de por sí limitada infraestructura hídrica de la localidad se vuelve insostenible. Para los residentes, la prioridad es clara: «Garantizar el agua para las familias locales antes que destinar esfuerzos y recursos a una celebración multitudinaria», afirmaron.
La fiesta emblemática en la cuerda floja
La Fiesta Nacional del Asado es el evento cultural y turístico más importante de Cholila, un ícono de la región que cada año convoca a miles de visitantes. Su suspensión tendría un fuerte impacto económico en los prestadores de servicios locales, que esperan con ansias la temporada.
Sin embargo, este conflicto reabre un debate estructural que ya se ha presentado en años anteriores: la capacidad de la infraestructura local para sostener el crecimiento poblacional y el auge turístico sin comprometer los servicios básicos. La pregunta que flota en el aire es si es viable mantener un calendario de festejos de gran envergadura sin haber resuelto primero las necesidades esenciales de quienes habitan el lugar durante todo el año.
A la espera de una respuesta oficial
En medio de la incertidumbre, los vecinos esperan una respuesta urgente y clara por parte de las autoridades municipales y provinciales. El petitorio busca llevar el reclamo a la mesa de decisión política para que se evalúe, con responsabilidad, la viabilidad de la fiesta en este contexto de crisis.
Hasta el momento, no ha habido un pronunciamiento oficial que confirme o descarte la realización del evento. Lo que sí está claro es que en Cholila la prioridad, hoy, se mide en litros de agua que no llegan a las canillas, y eso podría pesar más que cualquier asado en la parrilla.




