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Carlos Menem

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Como la vicegobernadora de La Rioja optó por seguir en su cargo, el ex ministro de Economía provincial, que integró la lista como primer suplente, asumirá en el Senado.

El ex ministro de Hacienda de La Rioja Ricardo Guerra asumirá como senador nacional en la próxima sesión para ocupar la banca que quedó vacante con la muerte del ex presidente Carlos Menem.

La banca la correspondía a la actual vicegobernadora de La Rioja, Florencia López, pero ésta anunció que continuará en su actual cargo, por lo tanto asumirá Guerra, quien ocupaba el lugar de primer suplente en la lista del PJ de las elecciones legislativas del 2017.

Menem había encabezado esa lista, seguido por López, que en ese momento se desempeñaba como intendenta de Arauco. «Tomé la decisión de renunciar a la banca optando por continuar en este lugar tan importante que me puso la provincia, que es ser presidenta de la cámara (de Representantes) y vicegobernadora de La Rioja», sostuvo la joven en una conferencia de prensa.

«Es una decisión muy difícil. Hablé mucho con la familia y los compañeros», explicó, y reconoció que el hecho de tener dos hijos adolescentes influyó en la decisión para quedarse en La Rioja.

Contador de profesión y cercano al ex gobernador riojano Luis Beder Herrera, Guerra es reconocido como un cuadro técnico que no viene de la política, pese a haber sido durante una década (hasta mediados de 2018) jefe de la cartera de Hacienda provincial. Guerra podría jurar este miércoles en el recinto y se sumará al bloque del Frente de Todos que preside el formoseño José Mayans.

La banca en cuestión es la única que posee el oficialismo por la provincia de La Rioja, ya que las elecciones del 2017 las ganó Cambiemos, haciéndose de los dos escaños por la mayoría.

El Senado realizará este miércoles una doble sesión: una primera para elegir las autoridades del cuerpo para este año, y una segunda sesión especial para aprobar un paquete de proyectos que ya tienen media sanción de la Cámara de Diputados.

La Justicia investiga el robo del histórico anillo del ex presidente Carlos Menem, quien murió este domingo a los 90 años luego de enfrentar diversos problemas de salud. Se trata de la joya de oro con una piedra de ónix que el ex mandatario usaba prácticamente todo el tiempo y que lo acompañó durante toda su presidencia y el tiempo que se desempeñó como senador nacional.

De acuerdo con los primeros datos de la investigación, que está cargo del fiscal Carlos Velarde, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal Correccional Nº 42, y de la División de Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, el robo habría ocurrido entre el 6 y 16 de diciembre en la casa que tenía el ex jefe de Estado en la calle Echeverría, en el barrio porteño de Belgrano, mientras estaba internado por primera vez en el Sanatorio Los Arcos.

Diego Storto, abogado de la familia Menem, fue quien confirmó la investigación penal en diálogo con el canal C5N. “Estamos muy avanzados en la investigación. Creo que se está yendo por buen camino”, dijo el letrado, que aseguró, además, que “es inminente” el allanamiento y detención de la o las personas involucradas en el robo. El expediente fue calificado como hurto y ya declararon 15 personas, entre enfermeros, asistentes y empleados del ex presidente.

El anillo en realidad no era el original que le había regalado su padre Saúl, respetando una tradición familiar árabe. De hecho, el hombre también le dio una joya de ese estilo a los hermanos del ex presidente. El que se conoció popularmente y que hoy es el objeto de la investigación judicial es una réplica, cuyo origen se dio irónicamente también durante un desafortunado episodio.

El 19 de diciembre de 1989, cuando asumió como mandatario de los argentinos, Menem perdió la joya. Fue a partir de este hecho que Zulemita, su hija, mandó a hacerle la réplica, que es la que usó durante todo el período como jefe de Estado y como senador nacional. Se trataba de una pieza con un gran valor emocional y había que reponerla. Todas las fotografías durante su máximo esplendor político son con aquel anillo. Era tanta la importancia que tenía la pieza para el ex presidente que en ella tenía grabados los nombres de sus cuatro hijos: Carlitos Junior, Zulemita, Nair y Máximo.

Prácticamente no se lo sacaba; solo cuando iba a dormir. En las noches Menem colocaba el anillo dentro del estuche de uno de los dos anteojos que usaba a diario, lo dejaba en su mesa de luz y al otro día volvía a ponérselo en su mano izquierda. Era un rutina casi irrenunciable que por la internación del diciembre pasado se vio abruptamente modificada.

La denuncia fue radicada por Zulemita el 17 de diciembre en la comisaría 14B, luego de que se descubriera que el anillo había desaparecido. Sucedió cuando Menem pidió que le trajeran sus anteojos, ya que quería ver un partido de fútbol. Cuando su enfermero personal le llevó los estuches con los anteojos desde la casa del barrio de Belgrano, notó que la joya no estaba. El anillo había sido utilizado por última vez el día 4 de diciembre del 2020 por el ex presidente, en una sesión legislativa.

Al momento de la internación, que comenzó el 15 de diciembre con el traslado del ex presidente al Sanatorio Los Arcos, en el domicilio porteño de Menem trabajaban, además de los custodios, tres enfermeros, dos empleados y una asistente. También ingresaron trabajadores que hicieron algunos arreglos en la vivienda.

“Descartamos cualquier tipo de conexión familiar y con la gente cercana que trabajó con él durante toda la vida, la Justicia está poniendo la lupa sobre algunas personas que durante la investigación quedaron más al descubierto probatoriamente, que fueron llamadas a declarar y se notó que falsearon su declaración”, expresó el letrado.

Emilio Méndez Villanueva es uno de los enfermeros que cuidaba a Menem los siete días de la semana. Había iniciado sus vacaciones el 5 de diciembre y fue reemplazado por otros tres por una empresa de medicina prepaga, que atendían al ex presidente en su domicilio. Previo a notar que faltaba el anillo, el profesional de la salud se había dado cuenta de que él mismo había sufrido un robo en el domicilio: el de su teléfono celular.

Según trascendió, mientras Menem estaba en el sanatorio del barrio de Palermo, el enfermero fue hasta la casa de la calle Echeverría y notó que su teléfono había desaparecido. Cuando la familia del ex presidente se percató de que la joya también había sido robada, Méndez Villanueva ahí sí reveló lo que había pasado con el celular. Ahora, la Justicia deberá determinar si ambos hurtos tienen algún tipo de relación. Los que se sabe hasta el momento -según la señal de noticias- es que uno de los empleados que trabajaba en la casa de Menem tiene antecedentes por robo.

Al respecto, el abogado que representa a Zulemita, explicó esta mañana que la denuncia no se había dado a conocer hasta este momento por el estado de salud delicado en el que se encontraba el ex presidente, pero que la causa “está avanzando” y “está yendo por buen camino”. Según dijo un asistente de Menem al enfermero, la última vez que vio el anillo en la mesa de luz fue el 13 de diciembre. Eso reduce el período del presunto robo a tres días.

Tras la denuncia, la Policía de la Ciudad inició las investigaciones para determinar los domicilios de los nuevos enfermeros (dos mujeres y un hombre). Además, por orden del fiscal interviniente, el 12 de febrero se realizaron tres allanamientos: dos en la Ciudad y uno en la Provincia, con resultados negativos.

La Policía de la Ciudad también solicitó las imágenes de las cámaras de seguridad del domicilio de Menem entre el 6 y el 17 de diciembre, pero en esas fechas las cámaras no funcionaron.

Menem gobernó Argentina durante 10 años en la década de 1990 como un líder peronista de ideario liberal y estilo estridente. Su ideario privatizador y liberal lo hizo el niño mimado del Fondo Monetario Internacional, los inversionistas de Wall Street, los republicanos de Estados Unidos y el foro empresarial de Davos.

El carismático Carlos Menem, fallecido este domingo en Buenos Aires a los 90 años, gobernó Argentina durante 10 años en la década de 1990 como un líder peronista de ideario liberal y estilo estridente, en contraste con el bajo perfil de sus últimos años de senador.

El 13 de junio de 2020, en medio de la cuarentena por coronavirus, fue hospitalizado en Buenos Aires por una neumonía complicada con antecedentes cardíacos. A partir de entonces, sus internaciones se hicieron cada vez más frecuentes, por diversas dolencias. “Tenía un carisma enorme”, evocó este domingo el presidente Fernández, también peronista, en una entrevista con el canal C5N.

Nacido el 2 de julio de 1930 en una familia de inmigrantes sirios, Menem se preciaba de no haber perdido nunca una elección. “Para Argentina significó algo muy fuerte”, opinó el politólogo Carlos Fara. “No sólo porque tuvo un liderazgo excepcional que lo llevó a ser reelecto por el 50% de los votos, sino porque fue el último líder de un peronismo totalmente unificado”, apuntó. El peronismo, movimiento político fundado por Juan Domingo Perón en los años 1940, ha agrupado a lo largo de su historia a todas las corrientes ideológicas desde la izquierda radical hasta la extrema derecha.

Presidente entre 1989 y 1999, ‘El Turco’ amaba el lujo, las mujeres, la práctica de deportes, el manejo de autos Ferrari, los relojes y el vino espumante. Su ideario privatizador y liberal lo hizo el niño mimado del Fondo Monetario Internacional, los inversionistas de Wall Street, los republicanos de Estados Unidos y el foro empresarial de Davos. Con sus icónicas patillas y su alto perfil, Menem enfrentó la hiperinflación y el estallido social que habían llevado a Raúl Alfonsín (1983-1989) a adelantar varios meses los comicios y el traspaso del mando.

Menem se postuló nuevamente a la presidencia en 2003 y ganó la primera vuelta electoral con 24% de los votos, frente al 22% del también peronista Néstor Kirchner. Sin embargo declinó participar en el balotaje porque temía un alud de votos para su rival, finalmente consagrado.

Fuente: El Espectador

La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) criticó duramente al fallecido expresidente Carlos Menem por la «impunidad» en torno a los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA y los indultos a los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

La entidad se expresó a través de un comunicado en el que expresó que «durante su presidencia se produjeron los dos atentados terroristas más graves de la historia argentina. La desidia, la negligencia y, sobre todo, la complicidad con los sospechosos de haber cometido esos crímenes explican porqué hoy, ambas masacres siguen impunes».

La representación política de la comunidad judía argentina también expresó que «Carlos Menem muere en libertad a pesar de que su Gobierno utilizó a las instituciones del Estado argentino para perpetuar la impunidad y encubrir la responsabilidad de quienes cometieron y fueron cómplices de los atentados».

«Menem falleció amparado hasta el último día por sus fueros de senador que impidieron que estuviera preso. Nunca pagó por su responsabilidad en el encubrimiento del atentado contra la AMIA-DAIA», añadió en un comunicado.

La entidad judía añadió que «como organización de Derechos Humanos, la DAIA tampoco olvida su indignante y triste decisión de indultar a los principales responsables de los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, burlándose de la Justicia, familiares de detenidos desaparecidos y sobrevivientes».

Fuente: Página 12.

El Partido Justicialista emitió un comunicado para despedir al dos veces presidente de la Nación y actual senador Carlos Menem, quien murió hoy a los 90 años en el Sanatorio Los Arcos, debido a complicaciones tras una infección urinaria que le provocó dolores y el incremento de la frecuencia cardíaca.

Según publica A24, el texto del comunicado del Partido Justicialista señala:

“Con profundo pesar y tristeza el Partido Justicialista recibió la noticia del fallecimiento de Carlos Saúl Menem.

El Doctor Menem fue un dirigente político de convicciones firmes y voluntad inquebrantable. Supo levantar la voz cuando otros callaban y eso le valió la persecución el encarcelamiento en los trágicos años de sangre y plomo que vivió la Argentina entre 1976 y 1983.

Carlos Menem fue protagonista político de la historia del país desde el regreso de la democracia; gobernador de su provincia, La Rioja, tres veces Presidente de los argentinos, Presidente de nuestro partido y senador nacional, una figura insoslayable que la historia se encargará de recordar.

El Partido Justicialista despide a quién en vida tuvo las máximas responsabilidades políticas e institucionales de la Nación y partidarias, abraza muy fuerte a sus familiares y ruega con una plegaria por el eterno descanso de su alma”.

Los restos del expresidente Carlos Menem comenzaron a ser velados en la mañana del lunes en el Salón Azul del Senado de la Nación y serán inhumados en el cementerio islámico de San Justo, donde descansan los restos de su hijo Carlos Menem Jr.

Por disposición de la familia del fallecido exmandatario se cerró a la medianoche el ingreso al público que llega al Palacio del Congreso para dar su adiós, y a las 7 de la mañana las puertas volvieron a abrirse.

Antes del inicio del velatorio, el cortejo fúnebre arribó puntualmente a las 20 al Congreso de la Nación, donde fue recibido por la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, tal como corresponde institucionalmente.

Minutos después de las 21 llegó al velatorio el presidente Alberto Fernández, acompañado por la primera dama Fabiola Yañez, quienes saludaron afectuosamente y dialogaron con la familia de Menem congregada alrededor del féretro.

La despedida se inició con una ceremonia íntima de la que participaron la exesposa de Menem, Zulema Yoma, su hija Zulemita, su hermano Eduardo y sus nietos, entre otros familiares.

Custodiado por granaderos, rodeado de varias ofrendas florales, una cruz y el símbolo islámico de la luna creciente y la estrella, el féretro fue cubierto con varias banderas argentinas y una camiseta de River, club del cual era hincha el expresidente.

Tras la ceremonia íntima, se permitió el ingreso de dirigentes, amigos y allegados.

El velatorio continuará durante toda la madrugada hasta mañana después del mediodía, cuando se retiren los restos para su inhumación en el cementerio Islámico de San Justo, donde está enterrado su hijo Carlos Menem Jr, según confirmó Zulemita.

«A pesar de que profesaba la religión católica va a estar en el Cementerio Islámico con mi hermano», dijo Zulemita.

Los primeros dirigentes políticos en llegar al velatorio para despedir al exmandatario fueron Miguel Angel Pichetto, Daniel Scioli, Eduardo Duhalde, Carlos Corach, León Arslanian, Oraldo Britos y Aldo Carreras. También estuvo presente Rodolfo D’Onofrio, presidente de River Plate.

A las 21.20 se habilitó el ingreso de los ciudadanos que se congregaron en las puertas del Congreso para dar su ultimo adiós al expresidente, quienes desfilaron frente al ataúd detrás de un cordón dispuesto en el Salón Azul.

El cuerpo del senador riojano, quien falleció a los 90 años, fue llevado al Palacio Legislativo una vez que terminaron las tareas previas en una casa velatoria, según lo dispuesto por su familia.

La familia decidió además no permitir acceso a la prensa, y solo habrá transmisión institucional por Senado TV y su canal de YouTube y se contará con el servicio de fotografía de la Cámara alta.

En tanto, un grupo de ciudadanos recibió en las puertas del Congreso el cortejo fúnebre, con un aplauso y la arenga de «Vamos, Menem», una de las consignas de campaña del fallecido exmandatario.

El público que se acercó para despedir a Menem en el Salón Azul del Senado se extendía desde el ingreso del Congreso, sobre la avenida Entre Ríos, y se extendía por dos cuadras aproximadamente.

Si bien el tránsito fue cortado en la intersección de Entre Ríos y Avenida Rivadavia para el momento del ingreso del féretro, cuando un cordón policial reubicó a los peatones apostados en la calle, luego fue rápidamente restablecido, incluso en la propia Entre Ríos.

Menem falleció a los 90 años en el porteño Sanatorio Los Arcos, donde se encontraba internado debido a una infección urinaria.

El senador riojano venía atravesando complicaciones de salud: primero estuvo internado en el Instituto del Diagnóstico y Tratamiento a raíz de una neumonía bilateral y hace algunas semanas debió ser internado por una infección urinaria.

Tras conocerse la noticia de su muerte, la dirigencia política recordó en redes sociales y en diferentes entrevistas su trayectoria política, sobre todo los 10 años en los que el dirigente peronista riojano gobernó la Argentina.

Desde el Gobierno, el presidente Fernández decretó tres días de duelo nacional a partir de hoy con motivo del fallecimiento del senador, y manifestó su «profundo pesar».

«Siempre elegido en democracia, fue gobernador de La Rioja, Presidente de la Nación y Senador Nacional», expresó en Twitter Fernández, quien destacó que Menem «en dictadura fue perseguido y encarcelado».

El cortejo fúnebre fue recibido por la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, quien acompaña a la exesposa delexmandatario fallecido, Zulema Yoma, su hija Zulemita, su hermano Eduardo y sus nietos.

Fallecimiento

El expresidente murió por una insuficiencia cardíaca tras permanecer internado en el Sanatorio Los Arcos por dos meses. Según confirmaron fuentes de su entorno familiar, falleció este domingo luego de que se agravara su cuadro de salud, que había empezado con una afección urinaria y que en los últimos días se complicó.

Menem ingresó al sanatorio el 15 de diciembre pasado y nunca logró salir, ya que su estado de salud no se lo permitió. Los últimos meses también había estado internado en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT) por una neumonía severa y debilidad muscular. En ese momento, se le realizó un test de COVID-19, con resultado negativo.

Su hija, Zulemita Memen, fue quien más cerca del ex presidente estuvo durante sus últimos días en el sanatorio y publicó en redes sociales distintos mensajes de aliento a su padre.

Además de Presidente de la Nación entre 1989 y 1999, fue gobernador de La Rioja, su provincia natal, y senador nacional desde 2005 hasta la actualidad.

Permaneció diez años al frente del Poder Ejecutivo, durante los cuales se llevó adelante la reforma constitucional de 1994, uno de sus principales legados políticos, y en 1999 fue sucedido en el puesto por el radical Fernando de la Rúa.

Menem nació el 2 de julio de 1930 en la localidad de Anillaco, en La Rioja. Fue abogado y se desempeñó como gobernador de esa provincia cordillerana entre 1973 y 1976, y luego de 1983 a 1989, antes de lanzarse a la carrera por la Presidencia.

Durante su carrera política sorteó varias causas judiciales, una de ellas que lo llevó a ser detenido en 2001 por seis meses con arresto domiciliario por el presunto tráfico de armas a Ecuador y Croacia.

Otro hecho escandaloso que envolvió a Menem fue el supuesto intento de encubrimiento de los acusados de volar la sede de la AMIA en 1994 con presuntas maniobras como un llamado a la Justicia para frenar allanamientos, entre otras denuncias.

 

 

Río Tercero decidió no adherir al duelo nacional por el deceso del expresidente Carlos Saúl Menem, según publicó en su cuenta de la red social Twitter ese municipio de la provincia de Córdoba, que acusó al exmandatario de ser el «principal responsable» de las explosiones de la fábrica militar de esa localidad, en 1995.

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La ciudad de Río Tercero no adhiere al duelo por Menem
Río Tercero decidió no adherir al duelo nacional por el deceso del expresidente Carlos Saúl Menem, según publicó en su cuenta de la red social Twitter ese municipio de la provincia de Córdoba, que acusó al exmandatario de ser el «principal responsable» de las explosiones de la fábrica militar de esa localidad, en 1995.
14/02/2021 16:30

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En su publicación, el municipio recordó que «el 3 de noviembre de 2020, cuando se conmemoraba el 25° Aniversario de las explosiones de la Fábrica Militar, el Intendente Marcos Ferrer firmó el Decreto 638/2020 donde se declaró persona no grata a (Carlos) Menem» por sus vinculaciones con la explosión ocurrida durante su gestión presidencial.

«Cumpliendo con lo dispuesto se informa que se ha resuelto no adherir al duelo nacional y no rendir homenajes a Carlos Saúl Menem, acusado de ser el principal responsable del atentado de la explosiones de la Fábrica Militar de Río Tercero en 1995», concluye la publicación en la cuenta oficial de la Municipalidad de Río Tercero.

El 3 de noviembre de 1995, a las 8.55, tres explosiones desencadenaron una tragedia en planta local de Fabricaciones Militares, que dejó siete muertos, más de 300 vecinos heridos y daños millonarios.

La Justicia determinó que las explosiones fueron intencionales y buscaban encubrir un faltante de material bélico que había sido enviado por contrabando a Ecuador y Croacia.

«Siempre elegido en democracia», resaltó Fernández en un breve mensaje en su red social, poco después de conocerse la noticia de la muerte de Carlos Menem.

El presidente Alberto Fernández despidió a su antecesor Carlos Menem por medio de un mensaje en Twitter, en el que se solidarizó con Zulema Yoma, su hija Zulemina «y a todos los que hoy lo lloran».

Así lo hizo poco después del mediodía el mandatario: «Con profundo pesar supe de la muerte de Carlos Saúl Menem. Siempre elegido en democracia, fue gobernador de La Rioja, Presidente de la Nación y Senador Nacional. En dictadura fue perseguido y encarcelado».

En su posteo, acompañó el texto con una foto del último saludo público, en el Congreso de la Nación.

El expresidente, exgobernador y senador de La Rioja Carlos Menem falleció a los 90 años en el Sanatorio Los Arcos, donde había sido internado hace un tiempo por un cuadro de infección urinaria.

Carlos Menem murió este domingo en el Sanatorio Los Arcos de la Ciudad de Buenos Aires, donde estaba internado desde hacía un tiempo por una infección urinaria.

En 1910 arribaba desde su Siria natal al puerto de Buenos Aires el matrimonio de musulmanes sunnitas de Saúl Menehem y Mohibe Akil. El empleado de Migraciones, simplificó el apellido: escribió “Menem” y así quedó para la historia. En 1930 nació Carlos Saúl en Anillaco, pueblito perdido en La Rioja, provincia de caudillos y montoneros. Vio por primera vez a Perón y Evita en 1951 cuando viajó a Buenos Aires con el equipo universitario de básquet, y se deslumbró. No sabía en ese momento que sería el encargado de demoler el edificio de justicia social y soberanía económica que le había deslumbrado, tarea en la que habían fracasado las dictaduras más antiperonistas.

El hombre nació para una cosa pero hizo la opuesta. Carlos Saúl conservó la religión de sus padres mientras militó en el peronismo en la época de proscripciones y persecuciones. Ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba en 1949 y, dos meses antes del golpe que derrocó a Perón en 1955, se recibió de abogado. Al año siguiente fue preso, acusado de conspirar en el peronismo. Y cuando salió en libertad en 1957, fundó en la clandestinidad riojana a la Juventud Peronista.

Carlos Saúl jugó en la dura cultivando la mística de la montonera riojana. Como el Justicialismo estaba prohibido, fue candidato a diputado de la Unión Popular en 1963 y no pudo asumir por el golpe militar de ese momento. En 1964 iba ser candidato a gobernador, pero Perón llamó a votar en blanco y el hombre fue leal al caudillo exiliado. En todo ese tiempo fue asesor legal de la CGT.

Mientras estuvo Perón, Menem se mantuvo alineado junto a su liderazgo. Fue una época donde muchos de los políticos del peronismo preferían tomar distancia de su líder, porque era muy difícil hacer política cuando el referente principal estaba exiliado, proscripto y a diez mil kilómetros. La permanencia de Perón en esa época se sostuvo por la lealtad popular que se salteaba la intermediación de políticos y dirigentes sindicales. El peronismo sin Perón tenía muchas simpatías entre los dirigentes, pero era minoría en las bases.

Sin integrar agrupaciones partidarias, Menem se ganó el respeto del peronismo duro sin pelearse con los más negociadores. Siempre tuvo esa habilidad para el equilibrismo. La cultura del mundo árabe musulmán de su familia gravitó en su vida y aún cuando renegó del Islam para hacerse cristiano, su referencia cultural estuvo marcado por ese universo. En 1964 viajó a la ciudad de Yabrud, en las montañas Qalamouni, de Siria, de donde provenían sus padres. Y allí conoció a Zulema Yoma, quien sería su esposa, y madre de sus hijos Zulemita y Carlos Jr, ella también de una familia riojana.

Con sus frondosas patillas de Facundo Quiroga del siglo XX, viajó en el avión con Perón en su regreso de noviembre de 1972. Fue el candidato a gobernador en 1973 y ganó con más del 50 por ciento de los votos. Lo primero que hizo fue un acto en el pueblo natal de Quiroga para recordar el levantamiento del general Juan José Valle. Entre los presentes estaban los principales dirigentes de la Juventud Peronista y el obispo Enrique Angelelli.

No fue uno de los gobernadores de la tendencia, como los de Buenos Aires, Mendoza, Santa Cruz, Salta, Córdoba y San Luis, pero mantuvo buenas relaciones con la JotaPe y los Montoneros. Hasta que se alineó con Isabelita en medio del caos que generó la muerte de Perón con enfrentamientos entre sindicalistas, lopezrreguistas y montoneros y la tendencia.

El golpe del ’76 lo encarceló. Durante dos años transitó diferentes prisiones, tras los cuales le concedieron libertad vigilada. Eligió Mar del Plata. Otra de sus debilidades, además de las mujeres, fue la farándula y en la Perla organizaba reuniones con Alberto Olmedo, Carlos Monzón y Susana Giménez. Eso motivó su traslado a Tandil y de allí a Formosa, donde fue alojado como huésped por la familia Maza. Inimputable, no pudo con su carácter y mantuvo una relación con la hija de los Maza, de 22 años, con quien tuvo un hijo. La mujer fue después diputada nacional y mantuvo a lo largo de su vida un conflicto legal para que Menem reconociera legalmente a su hijo Nair. En 2003 la mujer se suicidó.

A la salida de la dictadura, Menem ya no fue el mismo. Viajó a España para conseguir el padrinazgo de Isabel, quien ni quiso recibirlo. Fue una forma de hacerle saber que Perón le había desconfiado siempre. Ganó las elecciones de 1983 en La Rioja y comenzó su carrera hacia las presidenciales de 1989.

Todavía conservaba sus patillas folclóricas y la melena larga hasta los hombros sobre el poncho gauchesco, cuando criticaba a su adversario en la interna pejotista Antonio Cafiero. Desmedido y aparatoso en alguno de sus discursos, amenazó con bombardear Washington si los aviones norteamericanos bombardeaban la Libia de Khadaffi. Se dijo que había recibido dinero de Libia y de Siria para la campaña. Y que su traición a esos compromisos cuando envió barcos a la guerra contra Irak, habían provocado después los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA y la muerte de su hijo Carlos Jr.

En el último año de su gobierno Raúl Alfonsín quedó contra las cuerdas por una hiperinflación descontrolada y Menem tuvo que anticipar su asunción. La impresionante demostración de fuerza de las corporaciones que especulaban en el mercado del dólar había provocado la salida de Alfonsín y disciplinó cualquier fantasía de juventud del patilludo riojano. Rápidamente se afeitó, se cortó el pelo y se olvidó de sus admirados caudillos. A partir de allí su gobierno fue lo más opuesto a los principios que había profesado en su ingreso a la política.

Ladrillo por ladrillo, hizo lo que ni siquiera los gobiernos militares habían podido hacer. Se dedicó a desmontar lo que aún quedaba en pie de los primeros gobiernos peronistas: privatizó todos los servicios de agua, gas y electricidad, las comunicaciones, los altos hornos y el acero, los ferrocarriles, Aerolíneas, desreguló la economía. Hizo lo que ni siquiera los gobiernos más neoliberales del mundo habían hecho: privatizó la petrolera estatal YPF.

Las empresas del Estado fueron privatizadas a precio vil a cambio de papeles de una deuda ilegítima, gran parte tomada por los gobiernos militares. Y ese proceso se prestó a una lluvia de denuncias por coimas y corrupción.

Amnistió a los jefes de la dictadura que habían sido condenados por graves violaciones a los derechos humanos y bloqueó la realización de otros juicios, buscó la alianza con las derechas antiperonistas y se abrazó con el enemigo más odiado del peronismo, el verdadero inspirador de los fusilamientos y la represión a los peronistas, Isaac Rojas. Su canciller definió la política exterior como “de relaciones carnales” con Washington y buscó la reconciliación con Gran Bretaña subordinando el reclamo de soberanía en Malvinas.

Y así dió por perimido el contenido nacional y popular histórico del peronismo, al que consideró “anacrónico y congelado en el ’45”. Convocó a Domingo Cavallo, que aceleró el proceso de quiebras en la pequeña y mediana industria y fundió a los productores del campo. Privatizó las jubilaciones y creó la estafa de las AFJP. Millones de ciudadanos quedarían sin jubilación en el futuro.

Fue una fiesta para ricos. En los primeros años, la política económica del menemismo que favoreció a las grandes corporaciones, creó también una ilusión de prosperidad de la clase media media y alta, al mismo tiempo que aumentaba la desocupación, se multiplicaban los pueblos fantasma en el campo y las economías regionales se fundían.

Representó en Argentina la expresión más clara de la ola mundial que había provocado la globalización neoliberal y proclamaba el “fin de las ideologías”. Esa frase quería decir que el neoliberalismo no era una ideología sino que expresaba las fuerzas naturales y lógicas de la economía y arrasaba con las ideologías que forzaban esas “leyes naturales de los mercados”, como el socialismo, el comunismo, los movimientos nacionales y populares como el peronismo, y pretendía terminar con el concepto de estado de bienestar.

Amparado en ese tsunami avasallante, gran seductor de la política y conocedor de la idiosincrasia popular por su historia en el peronismo, Menem logró alinear detrás de una gestión neoliberal a la gran mayoría del Partido Justicialista y a fuerzas conservadoras, algunos provenientes de la derecha de la democracia cristiana, la democracia progresista y la Unión de Centro Democrático. Pero también cosechó sectores que provenían del peronismo combativo y la izquierda nacional, resignados ante la fuerte hegemonía neoliberal. Los pocos que intentaban resistir dentro del peronismo eran anulados o debieron soportar la marginalidad.

Sus dos presidencias le valieron diez años y medio en el poder. Fue el presidente que gobernó más tiempo. Y, con altibajos, mantuvo cierta popularidad hasta el final, a pesar de la creciente protesta popular. Cuando quiso postularse para un tercer período, sus aliados del mundo corporativo y los conservadores antiperonistas que lo habían acompañado decidieron que ya no necesitaban la máscara del peronismo y le quitaron su apoyo.

Atrás quedaron sus romances versionados con pulposas vedettes, las fantasías alimentadas sobre sus desempeños sexuales de macho cabrío, su divorcio escandaloso, sus almuerzos y fiestas con la farándula, sus partidos de fútbol y básquet. Y se perdió el eco de sus discursos rocambolescos del principio sobre Facundo Quiroga o los que comparaba a Perón con Julio César y Napoleón Bonaparte y los posteriores, cuando prometía naves espaciales argentinas con pasajeros que saldrían desde las serranías cordobesas, hacia el espacio exterior y desde allí a cualquier parte del mundo en menos de hora y media.

El escándalo del tráfico ilegal de armas a la guerra civil en la ex Yugoeslavia, los atentados terroristas contra la embajada de Israel y contra el edificio a la AMIA involucraron a su gobierno en una trama siniestra. La investigación de los atentados fue obstaculizada desde su gobierno a partir de lo cual los atentados quedaron impunes y en la incógnita. Zulema Yoma, la ex esposa de la que se separó tras expulsarla de la Quinta presidencial de Olivos, vinculó esa oscura trama con la muerte de su hijo Carlos Junior en un accidente aéreo.

Sus políticas, entre ellas la instalación forzada de un tipo de cambio que equiparaba un peso a un dólar, crearon las condiciones para la profunda crisis del 2001-2002, que derrocó varios gobiernos.

Intentó regresar a la presidencia en 2003 y ganó en primera vuelta ante una oposición fragmentada. Su principal oposición provenía del peronismo, que también llegaba dividido. Cuando estuvo a punto de ser arrollado por Néstor Kirchner en la segunda vuelta del 2003, se retiró y mantuvo así invicta su curricula electoral.

Animal político, con la picardía y la astucia del zorro, fue capaz de todo para ganar una elección, hasta fraguar un casamiento en el otoño de su vida con una ambiciosa joven chilena ganadora de concursos de belleza, con la que incluso tuvo un hijo. Pero el matrimonio duró poco, después de su ocaso en la político. El triunfo del kirchnerismo lo redujo a la mínima expresión. Apenas le alcanzó para un plaza por La Rioja en el Senado que lo puso a resguardo de cualquier acción judicial. Su último posicionamiento político lo ubicó en un pequeño bloque en el Senado en alianza con el macrismo junto a Miguel Angel Pichetto, otro fugitivo del peronismo.